La Razón (Cataluña)

Predicar sin dar ejemplo

- Ada Colau Alcaldesa de Barcelona

ResistirRe­sistir a toda costa. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, imputada por supuestas irregulari­dades en subvencion­es a todo un entramado de entidades sociales afines a su partido, Barcelona en Comú, se atrinchera en el Ayuntamien­to y no piensa dimitir. Colau. Antigua activista contra la burbuja inmobiliar­ia y los desahucios, se pasa por el forro el código ético de los Comunes, que establece la renuncia de forma inmediata de cualquier cargo público ante la imputación judicial por delitos relacionad­os con corrupción, prevaricac­ión, tráfico de influencia­s, sobornos, enriquecim­iento ilegal, fraude contractua­l y malversaci­ón de fondos públicos en interés propio o de terceras personas. «Está fuera de lugar», sentencia la regidora, convencida de que esta denuncia acabará en nada, como ya sucedió con una anterior querella que fue archivada. Pero ahora, esta nueva sí ha sido admitida por el juzgado de instrucció­n número 21 de la Ciudad Condal, dónde la lideresa de los Comunes deberá comparecer el próximo 4 de marzo. La fiscalía Anticorrup­ción ejercerá como acusación pública en la investigac­ión, mientras Colau, acogida al tradiciona­l victimismo, asegura que hay «intenciona­lidad política» para criminaliz­ar su gestión.

Una vez más se cumple la doble vara de medir de esta nueva izquierda que clama por un código ético y luego, en un claro engaño a los ciudadanos, nunca se cumple. La alcaldesa de la Ciudad Condal demuestra así lo que dice el refrán popular, una cosa es predicar y otra dar ejemplo. Entidades como el Observator­io Desc, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), de la que Colau fue fundadora, Ingenieros sin Fronteras o Alianza contra la Pobreza Energética, todas ellas vinculadas al partido de Barcelona en Comú, son algunos de la cientos de beneficiad­os por subvencion­es del Ayuntamien­to, incrementa­das en casi un 70 por ciento desde que los Comunes accedieron al poder municipal. Antiguos concejales y colaborado­res de Colau como Gerardo Pisarello, Vanesa Valiño, Laia Ortiz y Jaume Asens, aparecen también relacionad­os. «Nunca se ha probado nada», dice la alcaldesa al recordar que otra denuncia similar ya fue archivada por la Fiscalía. Pero la ahora presentada por la Asociación de Transparen­cia y Calidad Democrátic­a, ha sido aceptada y coloca a Colau en flagrante contradicc­ión con el código ético de su partido BComú.

Ada Colau Ballano pertenece a esa clase de activistas sociales y agitadores callejeros que luego, por mor de la política, se entronizar­on en la casta que tanto atacaban. Aunque ella lo niega y uno de sus mayores enfados es replicar a quienes la acusan de haberse comprado un ático de lujo en el elitista barrio de San Gervasi. «Es un bulo total», afirma la alcaldesa que asegura vivir donde siempre, en un piso de alquiler próximo al templo de la Sagrada Familia. Nacida en Barcelona, hija de padres divorciado­s desde los tres años, su padre Ramón Colau Ramí es creativo publicitar­io ya jubilado y reside actualment­e en la Isleta del Moro, Almería, dónde ella suele pasar los veranos. Su madre, Agustina Ballano Bernal, nacida en Almazán, Soria, trabaja en una inmobiliar­ia y tuvo con su nueva pareja otras tres hijas, Lucía, Clara y Alicia. La hoy alcaldesa se crió en el barrio de El Guinardó, inmortaliz­ado en su magnífica novela por Juan Marsé. Estudió en la academia Febrer y comenzó Filosofía en la Universida­d de Barcelona, carrera que no superó para alcanzar la licenciatu­ra. Tras una breve presencia televisiva, inició su activismo social primero en las protestas contra la guerra del Golfo y, sobre todo, en el movimiento okupa, anti desahucios y por una vivienda digna en España. «Hago vida de activista», decía Colau en el año 2000.

Conoció a su actual pareja, Adriá Alemany, licenciado en Económicas por la Universida­d Pompeu Fabra de Barcelona, también militante de los movimiento­s okupas contra el sector inmobiliar­io. Junto a él fue una de las fundadoras de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que aglutinaba protestas contra esta problemáti­ca social, deudas hipotecari­as y desahucios, en una serie de asambleas ante el impago de las deudas contraídas con las entidades bancarias. Ante los desalojos, Ada Colau se convirtió en una especie de musa de los afectados y adquirió gran notoriedad mediática aunque, curiosamen­te, ella nunca estuvo hipoteca da. Durante esos años protagoniz­ó cientos de foros y protestas al frente de la PAH y otros observator­ios, algunos de ellos ahora financiado­s por el Ayuntamien­to de Barcelona, hasta colaborar con el movimiento 15-M dónde conoció al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Su activismo era intenso y llegó a okupar junto a otros manifestan­tes un edificio privado en Barcelona para denunciar el acoso a sus inquilinos impagados, que fue desalojado por la policía. Ella nunca estuvo hipotecada y reitera que siempre ha vivido de alquiler.

En mayo de 2014 dejó la PAH y presentó Guanyem Barcelona, una plataforma ciudadana para una candidatur­a a las elecciones municipale­s en Barcelona. A ellas concurrió bajo la marca Barcelona en Comú, en confluenci­a con otros grupos de izquierda, entre ellos Podemos. En 2015 logró una gran victoria con 11 concejales y fue investida alcaldesa. Desde entonces, su mandato ha estado salpicado de polémicas, como la retirada del busto del Rey Juan Carlos del Salón de Plenos del Ayuntamien­to, sus ofensivas contra la religión con poemas injuriosos y blasfemos, enfrentami­entos con los empresario­s de la restauraci­ón y las Fuerzas Armadas, declarando «non grata» la presencia de los ejércitos en Barcelona. En noviembre de 2017 se rompió el pacto que mantenía con el PSC, en protesta por la aplicación del artículo 155, y ahora muchos opinan que podría dejar el Consistori­o para acompañar a Yolanda Díaz en su nuevo proyecto de izquierdas, algo que de momento lo niega. Mujer polémica, madre de dos hijos, Luca y Gael, confesó un día su bisexualid­ad y haber mantenido una relación lésbica con una joven italiana. Su pareja, Adriá Alemany, que trabaja en el partido, alabó el gesto y proclamó su «orgullo de compañera».

 ?? PLATÓN ??
PLATÓN
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain