Medvedev hace las paces con Australia
► El número dos gana a Van de Zandschulp entre aplausos tras su caliente duelo previo con Kyrgios
Está claro que a Daniil Medvedev le va la marcha. El ruso, al que todos señalan como el máximo favorito en el Open de Australia tras la baja de Djokovic, se las tuvo tiesas con el público en el partido de segunda ronda contra el ídolo local Kyrgios, un agitador por naturaleza que monta un show que vuelve locos a los seguidores. Ganó en una caldera, hizo un gesto con los dedos así como diciendo, «¿algo más?», y a continuación soltó: «Los que pitan entre el primer y el segundo saque tienen un cociente intelectual bajo».
Dos días después de esas palabras tenía que volver a la pista. Esta vez no jugó en la central, lo hizo en la Margaret Court, y el recibimiento fue de aplausos y entusiasmo con su juego, sobrado para superar al neerlandés Van de Zandschulp (6-4, 6-4 y 6-2) y sobrado él después al afirmar: «Esperaba que fueran un poco más amables conmigo, muchachos». Lo dice bromeando, con cara de pícaro, y lima asperezas: «Toda buena relación debe tener sus altibajos, así que creo que es bueno, es entretenido y es real. Aquí hay una relación». Y se va de la cancha ya pensando en los octavos de final, donde le espera el estadounidense Cressy, el tenista que disputó contra Nadal la final del reciente ATP 250 de Melbourne, con su juego de saque y volea.
Ríe Medvedev y casi llora Fritz, pero por el mismo motivo. El californiano acababa de ganar al español Roberto Bautista en cinco sets (6-0, 3-6, 3-6, 6-4 y 6-3). Es la primera vez que llega tan lejos en un Grand Slam y lo ha hecho ante un jugador al que ha considerado «como un padre» durante toda su carrera. Había interés por ver las prestaciones del castellonense después de la solidez mostrada en la Copa ATP, en la que derrotó a dos «top 10». Pero no le dio.
La tercera ronda le sabe a poco a Bautista, en cambio para Pablo Andújar es un premio. El conquense de 35 años estuvo masacrado por las lesiones y se empeñó en que eso no le iba a retirar. No pudo con el juego eléctrico de De Miñaur: 6-4, 6-4 y 6-2.