El tren-tranvía por la costa de Tarragona ya tiene fecha: 2023 El nuevo sistema aprovechará parte del trazado que seguían las vías de Renfe
► La Generalitat invertirá 150 millones para el tramo entre Cambrils y Vila-seca
Los trabajos para poner en marcha el nuevo tren-tranvía del Camp de Tarragona empezarán el próximo año. La primera fase tendrá un coste estimado de 150 millones y unirá Cambrils y Vila-seca. Más adelante, Vila-seca conectará con Tarragona y Reus con un trazado nuevo que se tendrá que definir en los próximos meses pero que no utilizará la línea ferroviaria actual de Adif. Este lunes representantes del Departamento de Vicepresidencia, Políticas Digitales y Territorio han expuesto a los alcaldes de la región el resultados de las alegaciones que presentaron los municipios.
La Generalitat ha aceptado buena parte de las reivindicaciones de que habían hecho los ayuntamientos. Así, el nuevo medio de transporte funcionará con ancho internacional, no utilizará las vías de Adif y estará operado por Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC). Al mismo tiempo, en los núcleos urbanos no habrá catenarias, que quedarán únicamente en las zonas interurbanas, donde los convoyes podrán llegar aproximadamente a los 100 km/h.
En la primera fase, el recorrido entre Cambrils y Salou será el mismo que seguía la antigua línea ferroviaria. A la altura de la estación de Salou-Port Aventura, el nuevo tren-tranvía tendrá un trazado nuevo, que irá hasta la estación de tren de Vila-seca. Eso permitirá conectar este nuevo servicio con la red de Rodalies ya existente. En todos los casos, cuando las vías pasen por el interior de las ciudades quedarán integradas en la trama urbana y el acceso a los vagones estará en pie plano. Habrá entre once y doce estaciones.
El secretario general del Departamento de Territorio, Ricard Font, ha expuesto que esta primera fase se pondrá en marcha en las próximas semanas, cuando se licitará el proyecto constructivo, que tendrá que contemplar las estaciones que habrá,cómoserálaentradaenVilaseca y la llegada a la estación de Renfe, así como el funcionamiento del tren-tranvía en el tramo interurbanoentreCambrilsySalou.Este documento tendrá que estar terminado a principios de 2023, momento en el cual se licitarán las obras, que se iniciarían a mediados del próximo año.
Mientras tanto, Territori quiere |avanzar trabajo. «Durante el 2022 empezaremos la licitación de los tranvías y de la parte de talleres», ha especificado Font. Estos talleres se ubicarán en Vila-seca, que pasará a ser el núcleo conector de la movilidad en el Camp de Tarragona, ya que también está previsto que acoja la futura estación intermodal de la región. Con respecto al tipo de tranvías que habrá, Font ha dicho que dependerá de las ofertas que lleguen de los constructores y no se ha aventurado a pronosticar si serán eléctricos, alimentados por hidrógeno o con otras energías. Tampoco ha hecho una estimación sobre cuando podría entrar en funcionamiento el servicio.
La segunda fase, en paralelo La segunda fase del proyecto es la que tiene que permitir unir Reus y Tarragona, pasando por Vilaseca y el término municipal de la Canonja. El recorrido todavía no claro está, pero los alcaldes apuestan para que vaya en paralelo a la N-340 en su tramo entre Vila-seca y Tarragona, pasando por los barrios de Ponent y hasta la plaza Imperial Tarraco, en el centro de la ciudad, donde está la estación de autobuses.
Por lo que hace a calendarios, Font ha indicado que la intención es poner el estudio informativo en información pública el verano de este año para, a mediados del 2023, tener cerrado el estudio informativo y poner en marcha el proyecto constructivo. «Primero hablaremos con los ayuntamientos, definiremos el trazado y lo pondremos a información pública para que se puedan hacer alegaciones», ha concretado.
En la reunión de este lunes han participado los alcaldes de Tarragona, Reus, Vila-seca, Salou, Cambrils y la Canonja. Todos han expresado su satisfacción por la aceptación de las alegaciones por parte de la Generalitat y han destacado el elevado nivel de integración que tendrá el nuevo sistema de transporte dentro de las tramas urbanas.
«Las alegaciones han hecho que el proyecto se convierta en transformador. Hoy ya hemos cambiado cambiado de tren-tranvía a tranvía. Es una herramienta fundamental de cómo se entiende la movilidad», ha afirmado Pere Segura, alcalde de Vila-seca. Una reflexión compartida por el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, que ha valorado positivamente que el eje entre Tarragona y Reus se empiece a abordar pronto. La conexión entre las dos grandes ciudades de la región tiene que ser, en su opinión, por la N-340, que «se tiene que convertir en una calle mucho más amable». En este ámbito, el alcalde de la Canonja, Roc Muñoz, ha defendido que hay que sacar las mercancías peligrosas de esta vía.
Para Pere Granados, alcalde de Salou, el nuevo sistema «abandona la vieja idea de un trazado ferroviario obsoleto que divide los pueblos» y se ha mostrado «muy contento» por los tiempos de ejecución del proyecto que ha planteado el Govern. Además, ha dicho que estará más integrado en las ciudades «que el tranvía de la Diagonal de Barcelona». Con todo, ha adelantado que allí donde no llegue el nuevo tranvía se tendrá que complementar con un servicio de «bus-tram».
La estación intermodal
El secretario general de Territorio ha comentado que en los próximos meses se definirá la ubicación definitiva de la estación intermodal, de acuerdo con el Ministerio de Transportes. «Lo tenemos que resolver con un acuerdo en el cual quede claro que antes de 2026 hemos tener puesta en marcha la infraestructura», ha señalado. Font ha valorado que la estación tiene que permitir desplazamientos rápidos y cómodos tanto desde Tarragona como desde Reus. Sea cuál sea el lugar escogido, por Font «el tranvía tendrá que ir a buscar» la intermodal. En su opinión, el nuevo medio «tiene que atar donde la gente vive y donde están los elementos de transporte».
En este sentido, los alcaldes -especialmente el de Salou y el de Reus- reclaman que la nueva intermodal esté muy cerca del aeropuerto y que haya conexiones rápidas entre la futura estación central del Camp de Tarragona, la terminal aeroportuaria y las ciudades. «No se trata de dónde va, sino cuando se hace, está para dar servicio a la ciudadanía. El futuro del área metropolitana depende en gran parte de la estación central», ha defendido al alcalde de Reus, Carles Pellicer.
«Tenemos que pensar en los servicios, en la nueva estación no podemos caer en los errores que se han cometido», remarcó.