Díaz convoca a los agentes sociales para subir el SMI
► La reunión tendrá lugar el próximo 7 de febrero con el objetivo de pactar los 1.000 euros
El tour de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por Barcelona de dos días comenzó ayer con una visita a las sindicatos. A falta de conocer si finalmente Díaz se reunirá con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, para desbloquear la reforma laboral, la vicepresidenta, minutos antes de comenzar el encuentro con UGT, explicó que ha convocado una reunión el próximo 7 de febrero para abordar una nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI).
Al encuentro están convocados sindicatos y patronal, pero por debajo, es decir, técnicos que comiencen a limar asperezas. La intención de la ministra es que el SMI asuma una subida para 2022 este año de entre 24 y 40 euros. O lo que es lo mismo, unos 35 euros de media para fijarlo en la barrera psicológica de los 1.000 euros.
Para Díaz, la mesa se celebrará para escuchar a los agentes sociales y que no se trata «de un producto político, sino mejorar la vida de la gente trabajadora más humilde». En concreto, en el informe de la comisión asesora para el análisis del SMI, en el que se apoya la ministra, se contemplan tres escenarios que elevarían el SMI en 2022 a 989 euros mensuales (24 euros más), a 996 euros (31 euros más) o a 1.005 euros (40 euros más). En septiembre pasado, en el acuerdo alcanzado solo con los sindicatos, se pactó la subida intermedia que los expertos habían recomendado para 2021 que eran 15 euros, lo que elevó el SMI a los actuales 965 euros brutos en 14 pagas.
Desde CC OO y UGT insisten en que el salario mínimo debería alcanzar los 1.000 euros al mes sin falta este año. Una cantidad que se ajustaría a las recomendaciones establecidas por el mencionado comité de expertos del Gobierno sobre el salario mínimo. La patronal y la oposición, sin embargo, lanzan el mensaje de que «no es momento» de subir el Salario Mínimo.
Sobre la situación de Ucrania, la vicepresidenta segunda, visiblemente incómoda, cerró filas con el Gobierno pese las voces discordantes que aparecen cada día en Podemos. «En el Gobierno hay una única posición», zanjó. Y se remitió a la postura del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que este martes pedía unidad política ante el Parlamento. A su juicio, sería un error dividir al Gobierno entre «belicistas y pacifistas». «No me van a encontrar nunca dividiendo a nadie. Soy una mujer de paz», dijo la vicepresidenta. «Práctico el diálogo social, el diálogo político y el diálogo en mi vida», remachó.