Boicot de los socios del Govern a los JJOO de Invierno de 2030
► Ayer se reunieron la consejera Vilagrà y el presidente del COE en plena polémica por las exigencias del Govern de no compartir proyecto con Aragón. Rechazo de CUP y comunes
ConCon el «procés» en vía muerta y las evasivas del Gobierno de Pedro Sánchez ante la mesa de diálogo, la política catalana vuelve debates de antaño, a discutir sobre infraestructuras –como la fallida ampliación de El Prat o el traspaso de Cercanías pendiente– financiación o incluso sobre macroproyectos compartidos con otras comunidades autónomas que debe representar España en el plano internacional. Y es que la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 va camino de convertirse en una nueva piedra en el zapato del Govern de Pere Aragonès tanto en el plano interno como en el permanente tira y afloja que mantiene con el Estado.
En clave interna, el proyecto puede volverse en contra del gabinete de Pere Aragonès teniendo en cuenta el boicot de los socios principales de ERC y Junts hasta el momento: la CUP y los comunes de Ada Colau. Ambos partidos escenificaron ayer su «no» a la iniciativa en la sesión de control del Parlament y reprocharon que la Generalitat siga dando pasos hacia la proclamación de la candidatura de Barcelona-Pirineos para acoger los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. Es decir, no piensan aproyar el proyecto y buscarán desbaratar el camino hacia la candidatura definitiva.
La portavoz de los comunes, Jéssica Albiach, criticó ayer que el Govern esté preparando una consulta para que voten los vecinos de la zona afectados muy orientada a que salga el «sí» ya que entiende que no se ha dado información de forma exhaustiva sobre el impacto mediambiental en el territorio. También porque entiende que no se permite votar a todas las zonas afectadas, por ejemplo al Berguedà o Ripollès, con dirigentes políticos más proclives al «no» al proyecto». «Hoy por hoy estamos a ciegas, no conocemos el informe de impacto medioambiental. Corre el peligro de ser recordado como el presidente de los macroproyectos fracasados», espetó la líder de los comunes a Aragonès.
La CUP, por su parte, eleva su boicot por motivos económicos, medioambientales y también políticos. En este sentido, los antisistema aseguraron que el Govern defiende el proyecto «para tener contento al Gobierno». «Quien mandará será el Comité Olímpico Español, no la Generalitat».
Todo después de que el Govern aproveche la iniciativa para marcar perfil propio y acaparar protagonismo en detrimento de Aragón, una circunstancia que va en contra del propio Comité Olímpico Español (COE) y su apuesta por presentar una candidatura «desde la igualdad».La caja de los truenos la destapó este fin de semana la consejera de Presidència, Laura Vilagrà, después de presentar la consulta que el Govern organizará en primavera en varias demarcaciones del Pirineo catalán para preguntar sobre el evento. Entonces, la «número dos» del Ejecutivo defendió que Cataluña lidere y encabece el proyecto y tan solo admitió que alguna disciplina se celebre en Aragón y otras en otros países donde sí cuentan con la infraestructura necesaria para evitar tener que construir «obras faraónicas» sobre deportes que de los que no hay tradición. Sin embargo, embargo, las intenciones de la Generalitat chocan directamente con el planteamiento el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, quien insiste en que los Pirineos «van a tener» Juegos Olímpicos de Invierno y que «ningún territorio predomina sobre otro». Y es el COE el organismo que debe armar la candidatura para que compita con la de otros países participantes ante el Comité Olímpico Internacional (COI).
Ayer, Blanco y la propia consejera Vilagrà se reunieron en el Palau, un encuentro que el dirigente del COE reclamó antes de la polémica abierta, según defienden en el Govern. Sea como fuere, el conflicto está abierto antes del encuentro de mañana entre el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, y el president de la Generalitat.