«Para que los africanos no mueran en el mar»
► El presidente de la FIFA dice que el Mundial cada 2 años parará la inmigración
Cuando alguien quiere vender su idea, lo primero que hace es vender su carácter solidario. Es decir, primero necesita encontrar un motivo que dé buena imagen y a partir de ahí ya puede impulsar su proyecto. Es lo que hizo ayer Infantino, presidente de la FIFA, ante la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. El máximo dirigente del fútbol está empeñado en celebrar un Mundial cada dos años, no cada cuatro, y lo hace, no por ganar más dinero, lo hace, en gran parte, para evitar la inmigración: «Tenemos que encontrar la manera de incluir a todo el mundo, de dar esperanza a los africanos para que no tengan que cruzar el Mediterráneo para encontrar, tal vez, una vida mejor, pero más probablemente la muerte en el mar», aseguró para vender su idea a los políticos europeos.
Infantino acudió al hemiciclo del palacio de Europa acompañado del estrasburgués Arsène Wenger, ex entrenador del Arsenal y ahora director de desarrollo del fútbol mundial de la FIFA y encargado del proyecto del Mundial bienal.
Con un balón de fútbol al inicio de su alocución, Infantino, dijo que este deportes «avanza en una dirección en la que unos pocos lo tienen todo y una gran mayoría no tiene nada. El fútbol no es un mero deporte, son oportunidades, es esperanza, equipos nacionales, tiene que ver con el país, con el corazón, la alegría, y no podemos decir al resto del mundo que nos den el dinero y los buenos jugadores, y ellos vean fútbol sólo por la tele», señaló.
Respecto al Mundial de Qatar, afirmó que «hay muchas cosas que mejorar, pero hay que reconocer que ha habido cambios» y desmintió que 6.500 trabajadores hayan muerto en las obras de estadios: «Han sido tres y son demasiados».
Además, Infantino destacó la futura creación de una agencia exterior con las autoridades nacionales e internacionales y las agencias del deporte, «para ayudar a todas las víctimas del mundo en cualquier disciplina deportiva y se puedan beneficiar de una protección. Así, dijo el presidente de la FIFA, «cada niña o cada niño en cualquier lugar del mundo tiene que poder practicar deporte de una forma sana y segura».
Aseguró que en las obras de Qatar han muerto tres trabajadores, no 6.500