“Nuestro colegio forma alumnos críticos, comprometidos, conscientes, creativos y autónomos”

El Colegio Dominicas Pamplona tiene a sus espaldas más de cuatro siglos de trayectoria. Para conocer su realidad actual y su proyecto educativo, hablamos con su directora pedagógica, Toya Lumbreras Bea. ¿Cuándo se puso en marcha el centro? Podemos decir que la historia del Colegio Dominicas Pamplona está marcada desde sus orígenes por la convicción de que la educación es el arma capaz de transformar el mundo. En este sentido el origen del centro se remonta a 1600 y las primeras beatas (Dominicas), que se erigen como centro de educación para las niñas de la ciudad en un tiempo en el que la mujer no poseía acceso a la cultura. Por tanto, fue el primer centro para niñas de Pamplona y a lo largo del tiempo llegó a ser también la primera escuela de magisterio para mujeres del Ayuntamiento de Pamplona. En su interés por atender a la diversidad, el Centro es pionero en desarrollar un programa para atender al alumnado con Altas capacidades para que cada uno desarrolle su talento. Único Centro en Pamplona que desarrolla un programa de estimulación de la creatividad bajo la metodología PAEC (Pensar en entornos creativos) en colaboración con la UPNA (Universidad Pública de Navarra). Hoy, el colegio continúa con la transformación metodológica que inició en el curso 2013-2014 y que incluye la formación en metodologías activas como Inteligencias múltiples, Cultura del Pensamiento, aprendizaje cooperativo y la gestión adecuada de emociones desde el Modelo VEC (Vinculación Emocional Consciente). Somos el primer centro en Pamplona en trabajar la Inteligencia Emocional desde dicho modelo.

¿Qué balance hacen de su trayectoria hasta hoy?

El balance de progresión de nuestro colegio es muy positivo. Se caracteriza por el planteamiento de metas y objetivos que nutran y enriquezcan de manera continuada y sistemática el Proyecto Educativo del Centro, que buscar formar alumnos críticos, comprometidos, conscientes, creativos y autónomos. La formación nos ha permitido acometer diversas transformaciones que ha llevado a cabo el centro: en curriculum, en metodología, en evaluación, en organización y en espacios. Todo ello en aras a conseguir una educación de calidad con espacios y metodologías que favorecen la inclusión y la equidad, así como el fomento de la salud y bienestar con el cuidado exquisito de la gestión emocional intrapersonal e interpersonal en todo nuestra comunidad educativa.

¿Cuál es la oferta formativa del colegio Santo Tomás?

El Colegio cuenta con dos líneas educativas, desde Infantil a Bachiller, con dos modelos lingüísticos: el modelo A (castellano con asignaturas en euskera) y el modelo G, que se imparte todo en castellano. Es un centro bilingüe en inglés en todas las etapas obligatorias y además oferta el alemán como tercer idioma en la etapa de la ESO. En conjunto, contamos con 800 alumnos, una plantilla docente formada por 60 profesores y un equipo de dirección integrado por tres personas con diferentes funciones, aunque en el centro optamos por una estructura organizativa horizontal.

¿Cómo definirían su filosofía del trabajo y su proyecto pedagógico?

Nuestro proyecto educativo se basa en fomentar el desarrollo competencias como aprender a aprender, aprender a pensar, aprender a convivir y aprender a ser. Esa filosofía se traduce en la voluntad de transformación para conseguir el desarrollo integral de nuestro alumnado como personas únicas. Y eso pasa por llevar a cabo iniciativas que permitan motivar al alumno, personalizar el aprendizaje, facilitar la atención a la diversidad del aula, proporcionar resultados más significativos y ofrecer un aprendizaje más completo y real. Además, trabajamos para garantizar la flexibilidad emocional en nuestro alumnado para que sepa adaptarse a las diferentes situaciones propias de la vida. Aquí cobra especial importancia el perfil de nuestros docentes como referentes emocionales y mediadores del pensamiento. Otro elemento que cuidamos son los espacios. El impacto actual de la transformación del colegio en el sector educativo se puede vislumbrar en la consideración de nuestro centro como un referente en espacios de aprendizaje innovadores que generan un ambiente humanizador más acogedor, procuran entornos para el trabajo autónomo, facilitan el aprender haciendo e imitando y dan cauce a todas las metodologías para las cuales se ha formado el profesorado del centro, pretenden desarrollar las Inteligencias múltiples, las competencias del s. XXI, favorecer el aprendizaje cooperativo y la gestión emocional.

¿En qué se traduce esa forma de entender la educación en el día a día del colegio?

Creemos y queremos que nuestro proyecto educativo se concretice y vislumbre diariamente en las prácticas educativas de nuestras aulas. De esta manera, cualquier sesión de trabajo pretende ser exquisita más allá del contenido curricular. Nos parece fundamental hacer real aspectos claves como: el escaneo emocional de nuestro alumnado, la utilización de estrategias de pensamiento, la mediación con preguntas abiertas y el énfasis en la metacognición antes, durante y después de la sesión.

¿Cómo ha afrontado el centro la pandemia de Covid?

El colegio elaboró y puso en práctica su plan de contingencia para crear un lugar seguro y garantizar la salud y bienestar físico y mental de toda la comunidad educativa. Dicho plan continúa siendo nuestra brújula en el día a día gracias a la implicación y el compromiso por parte del profesorado, personal de administración y servicios y a la responsabilidad del alumnado y las familias. En este contexto, nuestra preocupación –más allá de la organización de horarios, burbujas, medidas socio-sanitarias generales, atención educativa...– ha sido en todo momento dar respuesta a las necesidades emocionales y psicológicas de alumnos y familias, como el protocolo postconfinamiento 20 o las acciones planteadas desde el Plan de Acción Tutorial (PAT).

¿Qué papel juegan las familias en el éxito del colegio?

Desde unas premisas de relación con las familias basadas en la aceptación, comprensión e implicación por ambas partes en el cuaderno de ruta a seguir, se pretende favorecer la relación ganar-ganar, apostando por su colaboración e implicación en el día a día del centro. Cabe mencionar su participación como expertos en las prácticas educativas que integran nuestros proyectos didácticos desarrollados en las aulas, la presencia en la escuela de padres, los talleres de reflexión, el acompañamiento en los talleres de la etapa de Infantil y salidas culturales. En este sentido, la APYMA es un órgano que está presente y contribuye de manera constructiva en la marcha y gestión del centro con aporte de actividades (ajedrez, robótica, teatro, idiomas…) que favorecen la educación integral de sus hijos.

¿Hay espacio para la innovación en el Colegio Dominicas Pamplona?

Sin innovación, la educación no existiría. Se trata de entender que la innovación no es una palabra de moda, sino que se innova porque hay que adaptarse al perfil de alumno que en cada momento debemos educar. En los colegios debe existir un proceso de innovación y transformación continuada, porque cambian los estudiantes, cambian las familias y cambia la sociedad. No obstante, desde nuestro proyecto educativo cristiano permanecen aspectos esenciales inmodificables. Hablamos del universo de valores que emergen del evangelio y de la persona de Jesús de Nazareth y que trascienden a un proyecto experiencial y vivencial de la comunidad educativa de nuestro centro.

¿Cuáles son los retos de futuro del centro?

Además de trabajar en los procesos de transformación y mejora continua, nos hemos marcados dos retos inmediatos: el primero es la certificación del centro como referente en cultura y mediación del pensamiento; el segundo, la certificación en objetivos ODS que plantea la Agenda 2030, cuyo horizonte es formar a un alumno/a competente para participar en la transformación de nuestro mundo.