La visión maniquea del chavismo para «descolonizar» No es una novedad que Maduro culpe al pasado para buscar conflictos con España
► Maduro ha creado una comisión para investigar al colonialismo europeo
En la plaza de toros de San Cristóbal, la capital del estado Táchira que hace frontera con Colombia, ondea la bandera española. El lugar ha sido recinto de espectáculos taurinos este mes de enero en el marco de la tradicional Feria Internacional de San Sebastián, como cada año, con el apoyo del nuevo gobernador chavista Freddy Bernal, quien defendió la «tradición» y el arraigo popular por encima de las intenciones de prohibir las corridas que encabezó el fiscal general Tarek William Saab a través de tribunales.
Más allá del debate sobre la conveniencia o no del tipo de evento, es una demostración de cómo la influencia española surgida de la conquista de hace cinco siglos está imbricada con el quehacer del venezolano. La primera vez que se festejó a San Sebastián allí fue en 1567 por parte de militares españoles, tal y como recoge el libro «El toreo en Venezuela», de Víctor José López. De la colonia, ha dicho el historiador Elías Pino Iturrieta, individuo de número de la Academia Nacional de la Historia, «surgió la sociedad que somos y el pueblo que somos».
Pero Nicolás Maduro ha emprendido una campaña para lograr la «descolonización de Venezuela», al establecer una comisión que durante dos años trabajará para «relatar la verdad del colonialismo europeo, sus crímenes, su genocidio, el saqueo que hubo, y exigir justicia y reparación a España, a Portugal y a toda Europa para América Latina».
El grupo está encabezado por el ministro de Cultura, el periodista Ernesto Villegas, quien ha dicho que el objetivo es lograr reivindicaciones simbólicas «de las más altas instancias del poder europeo», incluyendo una disculpa oficial, además de «prestaciones económicas».
Ahora Maduro expande los señalamientos a un pasado más remoto, responsable de los problemas estructurales del país. Pino Iturrieta lo tiene claro: Maduro busca culpar al pasado de las dificultades del presente. Lo hace ignorando que los venezolanos de entonces no eran eunucos ni marionetas.
El escritor Rafael Arráiz Lucca, un estudioso de la historia de Venezuela, dice que cuando se habla de un «ADN cultural» hay que tomar en cuenta las combinaciones. «Somos más españoles y árabes de lo que creemos, al menos en nuestros inicios. Y luego, Venezuela durante el siglo XX se convirtió en una sociedad de inmigrantes, a partir de 1936 y hasta 1983, cuando se detuvo casi en seco. De tal modo que nuestro ADN es muy complejo».
Maduro afirma que durante los dos años de actividad del órgano harán publicaciones para «crear una conciencia superior que ayude a consolidar la independencia cultural y política». Un objetivo que enfurece a varios historiadores que recuerdan cómo Chávez le arrebató a la Academia de la Historia los archivos que resguardaban los documentos del Libertador Simón Bolívar y el precursor Francisco de Miranda, deteniendo su estudio profesional y paralizando la publicación de sus hallazgos.
No es la primera vez que Nicolás Maduro busca tal confrontación con España, ni la pretendida unificación latinoamericana en torno a ello. El 12 de octubre exigió al Rey que «le pida perdón a América por el genocidio de 300 años contra los pueblos originarios» y propuso una comisión internacional «que establezca la verdad histórica», que no tuvo éxito.