Moncloa no teme por la reforma laboral
► El Gobierno acusa al PP de «malas artes» para tumbar su ley estrella en la semana decisiva de la campaña en Castilla y León
La Moncloa lleva semanas ubicando la reforma laboral como el primer elemento en su orden de prioridades. Una medida estrella para la legislatura y, en paralelo, para impulsar la campaña del PSOE en las elecciones de Castilla y León. No es baladí que su convalidación en las Cortes se agendara para este jueves, en la semana decisiva de la contienda electoral. Los socialistas querían exhibir músculo en el Congreso de los Diputados y utilizar la aprobación de la medida –que, por otro lado, lleva ya más de un mes en vigor– como el mejor ejemplo del modelo de gestión de los progresistas, frente al del PP. Además, desde el PSOE se priorizó la «vía de Ciudadanos» en la negociación para centrar sus siglas y reivindicar su moderación, avalada también por el pacto con la patronal, con el objetivo de intentar pescar en el caladero de voto en disgregación de la formación naranja.
Después de ver cómo se han desarrollado los acontecimientos, con el esperpento vivido en la Cámara, en Moncloa intentan rebajar la tensión y, aunque reconocen que la convalidación les provocó «taquicardias», no temen por la viabilidad de la reforma laboral. En en Ejecutivo consideran que los recursos que ya se han anticipado por parte de la derecha no prosperarán porque se trata de un error humano. «Si cada vez que se equivoca alguien hay que repetir la votación, los diputados no harían harían otra cosa. Cuando uno se equivoca no hay una segunda oportunidad», señaló ayer el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en Onda Cero. El que fuera uno de los negociadores del Gobierno para sacar la reforma laboral califica de «anécdota» que la ley estrella haya salido de rebote por el error de un diputado del PP y tira de símil futbolístico para destensar: «Si en un partido de fútbol un equipo se mete un gol en propia puerta en el último minuto, el otro equipo gana, ¿no?».
A pesar de intentar quitar hierro al asunto, el Gobierno considera que hay que «felicitarse» por la aprobación del nuevo marco laboral y ataca al PP porque lo que consideran «malas artes» para intentar tumbar la reforma en plena campaña en Castilla y León. Los socialistas han salido al ataque contra el PP y contra los dos diputados de UPN a los que se califica de «tránsfugas» y se desliza que se les ha ofrecido un precio a cambio de pervertir la mayoría pactada para aprobar la convalidación. En esta línea se manifestó ayer la vicesecretaria general, Adriana Lastra, que acusó al PP de «comprar la voluntad» de los dos diputados navarros: «Lo único que nos queda por averiguar es el precio que ha pagado el PP». De este modo, los socialistas buscan sortear las acusaciones de «prevaricación» sobre Meritxell Batet, atacando a los populares con lo que consideran «un nuevo ejercicio de transfuguismo político». «Un gol en propia puerta» que permite sacar la medida estrella de Moncloa.