Los republicanos castigan a los críticos con Trump
► El Partido amonesta a dos legisladores por participar en la investigación sobre el Capitolio
ElEl asalto al Capitolio de Estados Unidos no pasará a la historia con la misma narrativa para una sociedad cada vez más polarizada. Demócratas y republicanos tampoco parecen ponerse de acuerdo ni con los motivos de los inéditos hechos que provocaron la insurrección ni con las investigaciones en curso para identificar a los culpables y así evitar que se repitan en el futuro acontecimientos parecidos.
Prueba de ello es la amonestación presentada por el Comité Nacional Republicano (RNC, por sus siglas en inglés) contra dos legisladores conservadores, Liz Cheney y Adam Kinzinger, por participar en la pesquisa puesta en marcha por la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
«Creo que ésta es una de las investigaciones más importantes del Congreso en toda su historia», dijo hace meses la representante por Wyoming, Liz Cheney, también vicepresidenta del comité y miembro de la oposición. Pero ahora sus propias filas, por primera vez desde que se fundó el Partido Republicano, reprende a dos de sus miembros en activo en el Congreso, tanto a ella como al representante por Illinois.
«No me arrepiento de mi decisión de mantener mi juramento y defender la Constitución», declaró Adam Kinzinger al conocer los resultados de la votación. «Continuaré «Continuaré enfocando mis esfuerzos en defender la verdad y trabajar para luchar contra la matriz política que nos ha llevado a donde nos encontramos hoy», añadió el congresista republicano.
El Comité Nacional Republicano, principal órgano ejecutivo de esa fuerza política, amonestó formalmente a dos de sus miembros que han seguido una línea crítica con el ex presidente Donald Trump y, especialmente, con sus insistentes alegatos de fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2020. Se trata de uno de los mayores castigos a disposición del Partido Republicano y la primera vez en toda su historia que se vota explícitamente censurar el comportamiento de algún congresista en activo. La resolución contra los dos legisladores salió adelante con la votación «a viva voz» de los conservadores y sin que hubiera un debate previo, durante la reunión de invierno del Comité Nacional Republicano celebrada en Salt Lake City, en el estado de Utah.
Liz Cheney, hija del ex vicepresidente de EE UU Dick Cheney (2001-2009) fue expulsada el año pasado del Partido Republicano por haber rechazado las denuncias sin fundamento de Trump por fraude electoral en las elecciones que le dieron la victoria a Joe Biden, su rival demócrata. Adam Kinzinger anunció, después de una década en la Cámara Baja, que no se presentará a la reelección en las elecciones legislativas de noviembre, alimentado los rumores de su posible aspiración a las presidenciales de 2024.
Tras meses de investigación del asalto al Capitolio, el comité ha recopilado más de 35.000 documentos y ha realizado más de 300 entrevistas a testigos del mayor ataque contra la historia reciente del país. Todas las pruebas apuntan a que fue un plan organizado por seguidores del ex presidente Trump y orquestado desde la cúpula política del país para detener el proceso de certificación de los votos de las elecciones.
Trump perdió la reelección de 2020, pero no reconoció su derrota. Desde entonces, sus propias filas han defendido las acusaciones del ex presidente de EE UU, algunos defendiendo su discurso en público, otros con un claro silencio de complicidad. Hace unos días, el magnate neoyorquino afincado en Florida reapareció en público para apoyar la candidatura del gobernador de Texas, sorprendiendo con sus declaraciones al insinuar que ofrecerá el perdón a los insurgentes si, de volverse a presentar en 2024, gana la reelección.
«Si me presento y gano, trataré a esa gente del 6 de enero de forma justa. Los tratamos de manera justa y eso requiere perdones, pues les daremos perdones porque están siendo tratamos de manera tan injusta», manifestó Trump desde Texas la semana pasada.
La investigación del asalto al Capitolio sigue en marcha en el Congreso de EEUU, pero todavía faltan cerca de 250 personas por identificar que fueron registradas por las cámaras de seguridad.
La votación, a viva voz, contra Cheney y Kinzinger ha sido respaldada por una amplia mayoría