Biden y Scholz exhiben unidad frente a Rusia
► Primera visita del canciller alemán a la Casa Blanca con la crisis europea en plena ebullición
Por primera vez desde hace cuatro presidentes, Estados Unidos recibía a un nuevo canciller alemán en la Casa Blanca. Olaf Scholz relevó hace dos meses a Angela Merkel después de dieciséis años en el poder y, desde el pasado 8 de diciembre, el canciller alemán ha hecho frente a las crecientes tensiones en Europa del Este por la amenaza rusa, bajo la duda de mantener las buenas relaciones con sus aliados.
El presidente Joe Biden recibía a su homólogo alemán en el Despacho Oval diciéndole «bienvenido» tres veces seguidas y recordándole, antes de darle la palabra, que Alemania «es uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos». Biden adelantó estar «trabajando a paso firme para disuadir aún más la agresión rusa en Europa, abordar los desafíos planteados por China y promover la estabilidad para votar en los Balcanes Occidentales» como tres prioridades de su actual Administración al recibir a su homólogo alemán en la residencia presidencial. «Te estaba esperando con muchas ganas», le confesó a Scholz ante un ruidoso grupo de corresponsales que trataban de adelantarse con un titular. La visita es muy importante para la Casa Blanca. Desde Washington se desconfía de la política alemana hacia Rusia por su dependencia energética y la exposición de sus empresas al mercado ruso.
El canciller alemán, antes de iniciar el encuentro a puerta cerrada, agradecía a Biden el gesto y le respondía con palabras parecidas. «Somos aliados muy cercanos» señaló destacando, en menos de un minuto, la importancia de la reunión bilateral «para coordinar los próximos pasos» de la creciente tensión y «luchar contra la agresión rusa contra Ucrania. Así que es una reunión importante en un momento muy, muy importante».
Biden quiso puntualizar que otros temas de repercusión internacional estarían también presentes en la reunión bilateral. «Tenemos que enfrentar una pandemia, el cambio climático y muchos otros problemas, así que tenemos mucho de qué hablar», como la próxima cumbre del G7, dijo Biden antes de dar por concluida la breve presentación ante los medios. El presidente de EE UU ve a Alemania como uno «nuestros aliados más cercanos y fuertes en Europa» y valoraba la visita oficial del canciller alemán a la Casa Blanca como «una buena oportunidad para afirmar los lazos profundos y duraderos entre Estados Unidos y Alemania», tal y como adelantó antes del encuentro un alto funcionario de la Administración. Pero una de las incógnitas que precisamente se esperaba desvelar con la visita de Scholz era conocer la postura exacta de Alemania al respecto de la crisis en Ucrania y qué pasará con el ambicioso proyecto del Nord Stream 2. El gasoducto submarino que une el país germano con Rusia ya está terminado, pero no ha entrado en funcionamiento todavía. Alemania se ha mostrado en contra de enviar armamento a Europa del Este, mientras otros países de la Alianza, como Estados Unidos, discrepan con esa decisión. «No entraremos a lugares en crisis y no entregaremos armas letales a Ucrania», dijo contundente el canciller.
EE UU desconfía de la política alemana hacia Moscú por su dependencia del gas y de los negocios