La alianza entre Rusia y China

ElEl recibimiento brindadoa Vladimir Putin por los juegos olímpicos de invierno en Pekín revela una estrecha y profunda relación entre Rusia y China y da la impresión de que anuncia el establecimiento de una alianza permanente entre los dos Estados. En algo tienen razón las declaraciones oficiales: los dos países tienen una visión común de la democracia o, si se quiere, de su ausencia. Es verdad, sin embargo, que las autoridades de Pekín ni tan siquiera se plantean la celebración de elecciones periódicas, libres y transparentes. Pero quizás lo más relevante que ha tenido lugar en el encuentro entre los mandatarios es que ambos han expresado que coinciden en su perspectiva de la seguridad internacional, lo que tiene gran relevancia desde el momento en que tanto Rusia como China son miembros permanentes del Consejo de Seguridad y, por lo tanto, adoptarían un prisma de la seguridad particular y diferente al que abrigan los otros tres países miembros del Consejo.

Explicitar una posición así tiene mayor sentido cuando se dirime el futuro de Ucrania y, sobre todo, cuando se está configurando una nueva red de relaciones en el ámbito internacional. Los vínculos entre Rusia y China son buenos, pero no excelentes y, en todo caso, la evolución de las futuras relaciones está en manos de los acontecimientos, por lo que no cabría descartar que retornasen los recelos que durante largo tiempo existieron entre ambas potencias.

De todas maneras, las relaciones diplomáticas entre China y Rusia asoman algunos componentes de tensión con Estados Unidos y el resto de miembros de la OTAN. El desenlace de la crisis de Ucrania marcará parte del camino que se está recorriendo y que, sin duda, llevará al escenario internacional que presidirá el mundo en los próximos años.

El desenlace de la crisis de Ucrania marcará el futuro escenario mundial