El BCE no desvela sus cartas y Calviño confía en mantener los tipos bajos
► Lagarde asegura que «mostrará determinación para garantizar» unos precios estables
El Banco Central Europeo (BCE) asume que las perspectivas de inflación se mantendrán elevadas durante más tiempo de lo esperado, pero sigue confiando en que disminuirán en el transcurso del año, aunque la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, aseguró ayer que la institución «mostrará la determinación necesaria para garantizar la estabilidad de precios». En su discurso ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, la francesa señaló que, en comparación con las expectativas de diciembre, los riesgos para las perspectivas de inflación se inclinan al alza, particularmente en el corto plazo. De este modo, advirtió que si las presiones de los precios se traducen en aumentos salariales superiores a los previstos o si la economía vuelve más rápidamente a su plena capacidad, «la inflación podría resultar más alta». «El BCE desempeñará su papel y mostrará la determinación necesaria para garantizar la estabilidad de precios. Pueden estar seguros de que nuestro compromiso de cumplir con esto sigue siendo absolutamente inquebrantable», defendió Lagarde.
Por su parte, el Gobierno español mantiene su confianza en que BCE continuará con su política «acomodaticia» también en 2022, después de que la semana pasada Lagarde, no cerrara la puerta a una subida de los tipos de interés. «Mi interpretación sobre la posición del BCE es de enorme prudencia», explicó ayer en rueda de prensa la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, quien ha defendido que España está en disposición de seguir mejorando la sostenibilidad de su deuda incluso en el caso de que haya un «cambio de política monetaria» que implique la retirada de algunos estímulos.