Él miró a la cara al «Big 4»
► Las lesiones retiran a Del Potro, el que mejor compitió con Nadal, Federer, Nole y Murray
Juan Martín del Potro subió un vídeo a sus redes sociales de un entrenamiento en Buenos Aires. Saca y el resto que vuelve va un poco corto: el derechazo fue de los suyos de toda la vida para conseguir el punto. Ese golpe, con sus 198 centímetros, asusta desde su preparación, desde que levanta el alargado brazo de forma exagerada y lo echa para atrás para cargar y transmitir toda la energía a la bola y que se vaya al otro lado de la pista casi echando fuego. Ese golpe que tanto extrañan los aficionados al tenis y que va a volver... Pero de forma efímera, porque el enésimo regreso de «Delpo» en la capital de su país tenía un triste añadido que el jugador desveló con la voz rota, al borde de la lágrima: «Creo que es uno de los mensajes más difíciles que me toca transmitir. Todo el mundo espera que haga una vuelta al tenis y posiblemente no sea así, y tal vez sea más una despedida que una vuelta, dijo el tenista. Esta vez va a jugar para decir adiós, después de mucho pelear contra las lesiones. «Vengo haciendo demasiado esfuerzo para poder seguir adelante y la rodilla me tiene viviendo una pesadilla. Hace muchos años que vengo intentando alternativas y tratamientos y médicos y distintas maneras de solucionarlo y no lo logro. Pero bueno, nunca imaginaba retirarme del tenis si no era jugando, así que no he encontrado mejor torneo que el de Buenos
Aires para poder hacerlo, y creo que después de estas semanas Dios dirá qué pasa con mi futuro, pero lo que sí tengo claro es que hoy tengo que elegir vivir como una persona de 33 años, tratando de no tener dolores y no como el deportista profesional que hasta el día de hoy me siento, y por eso nunca baje los brazos», continuó.
Juan Martín del Potro es actualmente el 757 del mundo, pero el 13 de agosto de 2018 llegó a ser el tres. Consiguió romper el maleficio de la Copa Davis para Argentina ganando la de 2016 a domicilio en Croacia, y después de fallar en la de 2008 en casa, superados él y Nalbandian, que no tienen una buena relación, por la España de Feliciano López y Fernando Verdasco. En 2011, en Sevilla también, puso contra las cuerdas a España en la final, quitando un set a Nadal y dos a Ferrer. Ese día, «Ferru» se tuvo que ir al vestuario ante el vendaval que estaba sufriendo. Entró el capitán Albert Costa a convencerlo de que podía, de que era mejor. Y salió y venció. Del Potro, además, ha conquistado 22 títulos, entre ellos un Grand Slam, el US Open de 2009, cuando con 20 años remontó en la final a Roger Federer, que había ganando las cinco ediciones anteriores del «Grande» neoyorquino. Al suizo le venció siete veces, por 18 derrotas. Con Rafa pudo en seis ocasiones, y en escenarios como el US Open (2) y los Juegos de Río, por once derrotas. Y contra Djokovic fueron cuatro triunfos (dos de ellos en escenarios olímpicos, Brasil 2016 y Londres 2012) por 16 partidos perdidos. Contra Murray su balance es de 3-7.
Es el tenista que mejor ha competido con los dominadores de los últimos 15 años, pero las lesiones no siempre le dejaron. Primero fueron las muñecas: la izquierda en 2010 y la derecha en 2014, teniendo varias recaídas y llegando a estar por encima del 1.000 del mundo. Pese a todo, logró rehacerse y volvió a dar guerra, y a la cima, a ese «top 3», para que en 2018 fuera la rodilla derecha su tortura. Se ha operado varias veces, pero no la ha logrado recuperar. En 2019 intentó una reaparición y pasó por el Mutua Madrid Open, pero sólo pudo disputar 12 encuentros (8 victorias, 4 derrotas). El 19 de junio de 2019 jugó su último partido, contra Shapovalov en la hierba de Queen’s. Ganó 7-5 y 6-4, pero dos juegos antes del final sufrió un resbalón en la red que le volvió a machacar la rodilla. Resistió ese día, pero ya no pudo jugar la siguiente ronda contra Feliciano López.
En total, por sus muchas lesiones, se ha sometido a ocho intervenciones quirúrgicas durante su carrera. Esta vez lo intentó todo, hasta perdió 12 kilos para aliviar peso y las extremidades sufrieran menos, pero nada ha funcionado. El dolor sigue ahí. Su compatriota Federico Delbonis, justo con el que ganó la Davis, apunta a ser en Buenos Aires el último tenista que va a sufrir esa derecha de martillo de «Delpo».