Tensión ante las masivas maniobras en Bielorrusia El ministro de Defensa ruso anuncia que Moscú y Minsk llevarán a cabo 20 ejercicios conjuntos
► Crisis en Ucrania La cúpula del Ejército ruso vuela a Minsk para dirigir los ejercicios militares que empiezan hoy y disparan las alarmas de una invasión
LlegóLlegó el anunciado día, el más esperado por unos y temido por otros, en cuya apertura los fuegos artificiales serán sustituidos por munición real. Las maniobras militares conjuntas a llevar a cabo entre Rusia y Bielorrusia, bautizadas como «Determinación aliada-2022», dan hoy el pistoletazo de salida a diez días de ejercicios bélicos en el oeste de Bielorrusia con la plana mayor de ambos ejércitos supervisando las operaciones. Al otro lado de la frontera, Ucrania y Polonia miran de reojo y con recelo la ejecución de dichos ejercicios, sin saber a ciencia cierta qué peligro pueden entrañar para su seguridad. La magnitud de los mismos puede entenderse con la presencia del jefe del Estado Mayor de Rusia, Valeri Guerasimov, llegado ayer expresamente para participar en ellos desde su cuartel general en Moscú. El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, defendía la transparencia de los polémicos ejercicios, en su comparecencia de ayer, asegurando que no rebasarían los límites contemplados por los acuerdos internacionales, mientras acusó a la OTAN de haber aumentado considerablemente sus ejercicios en el último año y ampliar su presencia militar cerca de las fronteras rusa y bielorrusa. El portavoz declaró asimismo que «las amenazas sin precedentes» que en la actualidad sufren ambos países justifican las maniobras, subrayando su importancia, pero confirmando que el presidente ruso, Vladimir Putin, no se desplazará al país vecino para presenciarlas. «Estas no son las primeras maniobras conjuntas que se celebran en Bielorrusia. Se celebran periódicamente. Sí, la magnitud puede ser mayor que antes, pero también la situación es mucho más tensa», aclaró la voz autorizada del Kremlin. El ministerio bielorruso de Defensa restó importancia a las sospechas de una posible agresión a Ucrania desde territorio bielorruso durante las actuales maniobras, calificando de «ridículos» los recelos de Occidente.
El ministerio de Defensa ruso informó de que los ejercicios suponen la culminación y «la fase final» en la comprobación del estado operativo de las tropas de reacción rápida, que dio comienzo en enero, tras ser ordenada por los presidentes ruso, Vladimir Putin, y bielorruso, Alexander Lukashenko. El mismo ministerio anunció que durante las maniobras se verán
operaciones de defensa de la bautizada como Unión Estatal RusiaBielorrusia contra una hipotética agresión exterior, así como acciones de lucha antiterrorista. Se ha confirmado por las mismas fuentes el despliegue de las baterías de defensa antiaérea de largo alcance S-400 en un polígono militar en la región de Brest, muy cercana a la frontera con Ucrania y Polonia. Estos avanzados sistemas, que necesitan menos de cinco minutos para estar operativos una vez activados, tienen un alcance demostrado de hasta 400 km. En otras zonas, dentro de la frontera bielorrusa, se llevaron a cabo ayer los preparativos para los ejercicios con participación de la aviación militar, piezas de artillería, drones y tanques. La propia Federación de Rusia ha confirmado la participación de un escuadrón de cazas Su-25CM, que tienen su base habitual en el extremo oriental del país, así como una docena de aviones de asalto de cuarta generación Su-35. Aunque el ministerio ruso de Defensa no lo ha aclarado, las actuales maniobras podrían incluir la movilización de los potentes misiles tácticos Iskander, suficientes para superar el escudo antimisiles estadounidense, que podría quedar en situación de vulnerabilidad en el caso de que los citados misiles demostraran la fiabilidad anunciada por el Kremlin. Estas maniobras, han sido denunciadas por Washington, que ha informado de la movilización de más de 5.000 efectivo sen la frontera entre Bielorrusia y Ucrania. Segúnel Gobierno de Jo eBi den, Rusia podría aumentar hasta los 30.000 el número de soldados posicionados en esa zona, el mayor despliegue militar en Bielorrusia desde el final de la Guerra Fría, según el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Los ejercicios militares, tienen como principal objetivo fortalecer la frontera bielorrusa con la Unión Europea, ya que según Lukashenko, «la situación se hace tensa». Asimismo, el líder bielorruso afirmó que su país planea comprar la munición enviada por Rusia para las maniobras. Lukashenko, se reunió la semana pasada con el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu, que viajó a Bielorrusia para controlar unos ejercicios con fuego real en el oeste del país. Shoigu anunció que Moscú y Minsk llevarán a cabo más de 20 ejercicios militares conjuntos hasta que finalice el año. El encuentro sirvió para que el titular de Defensa ruso manifestara a Lukashenko su compromiso de apoyo a Bielorrusia en el objetivo común de ambos países de crear un espacio de defensa único dentro de las fronteras de esa unión que fomentan los dos estados. Para Shoigu, la colaboración mutua que llevará al sistema de defensa común se traducirá en el futuro en ventajas que ya quedaron demostradas durante las recientes protestas en Kazajistán.
Bielorrusia, con sus ojos puestos en Moscú, ha expresado últimamente su plena confianza en el Kremlin, a quien considera su único socio fiable, temerosa de que una nueva protesta popular orquestada desde Occidente arrebate el poder al eterno presidente Lukashenko. Hoy mismo también darán comienzo las maniobras militares anunciadas por el ministerio ucraniano de Defensa como respuesta a los ejercicios de sus vecinos. El ministro, Oleksi Reznikov, las confirmó a través de una intervención televisiva en su país, asegurando que finalizarán el 20 de febrero, fecha en la que concluirán los ejercicios planeados por Rusia y Bielorrusia.
Con todo, ayer desde Kiev el ministro de Exteriores ucraniano, Dimitro Kuleba, aseguró que la diplomacia «funciona» y «frena» las «intenciones agresivas» de Rusia, en el marco de las tensiones generadas por la acumulación de efectivos rusos cerca de su frontera. Kuleba indicó que «una amplia coalición de socios» ya está implantando «los tres niveles del paquete integral de contención a Rusia» propuesto por Kiev en noviembre.
«Propusimos tres elementos: diplomacia activa, sanciones duras y asistencia militar a Ucrania», aseveró, antes de resaltar que, «en pocos meses», Kiev ha «resuelto» las tres tareas «clave». Kuleba resaltó que Ucrania se ha convertido en «un centro de la política internacional» y los preparativos para las sanciones contra Moscú «ya han culminado».