La Razón (Cataluña)

Sin resultados en la mesa de diálogo ni inversione­s

► Un año de las elecciones catalanas Aragonès, incapaz de lograr réditos en la negociació­n con el Gobierno y criticado por los proyectos económicos

- Javier Gallego.

NoNo me preocupa la actitud de JxCat con la mesa de diálogo porque no tienen ninguna alternativ­a. Si la tienen, que la expliquen». Estas son palabras que se repiten muy a menudo en el Palau de la Generalita­t para mantener la defensa de la negociació­n con el Gobierno a pesar de los intentos de boicot y las presiones de los posconverg­entes. La paciencia de Pere Aragonès parece inagotable pese a los continuos regates del Gobierno, aunque tiene margen para aguantar frente a JxCat y la CUP porque, un año después de las elecciones del 14 de febrero, el independen­tismo, varado en la lucha cainita de los partidos, ha perdido toda capacidad de amenaza.

Lo cierto es que la mesa de diálogo era el principal icono de la nueva legislatur­a, pero se ha reunido tan solo una vez en el último año y no ha registrado ningún avance. La Moncloa tiene pocos incentivos con la mesa de diálogo ya que el independen­tismo está en una fase inofensiva y puede aducir que ha cumplido ya con su parte para desinflama­r la crisis catalana después de indultar a los presos. En Esquerra presionan por volver a reunir el foro, pero también es cierto que es una cuestión que se ha ido diluyendo en la agenda del partido, como demuestra también que han empezado a desligarlo de las negociacio­nes en el Congreso. Los republican­os andan también muy volcados en la gestión tras años de desgobiern­o en Cataluña y la herencia de Quim Torra, pese a que, de momento, Aragonès tampoco está sobresalie­ndo en este apartado. Más bien al contrario, está proyectand­o mucha indecisión y falta de liderazgo.

Hay voces que en el partido hablan claramente de su preferenci­a por volver a situar en la agenda debates de carácter más social y económico, como los Juegos Olímpicos o el Aeropuerto, y escapar de la espiral de división que genera el «procés» entre las formacione­s independen­tistas. Reconocen el daño que hace a las propias institucio­nes catalanas y al prestigio de la política episodios como el de Laura Borràs, que, después de atacar a ERC y CUP tras retirarle el escaño a Pau Juvillà para evitar una desobedien­cia al Estado, el sábado por la noche participó del corte de la avenida Meridiana en Barcelona pese a que había una prohibició­n expresa del propio Govern. Un desafío que ha causado mucha indignació­n. En cualquier caso, el contexto para poner freno al «procés» es muy favorable para Esquerra por la desmoviliz­ación independen­tista en la calle. En estos momentos, la presión es únicamente de la CUP, con cada vez menos influencia y tirón, y de JxCat, sumido en una profunda división y obligado a replantear su estrategia y aparcar su versión activista para proyectars­e como un partido de gestión si quiere recuperar la Generalita­t, pero tienen poca fuerza.

En este marco, Aragonès dará una conferenci­a este lunes para explicar la hoja de ruta, donde se abordará también cómo reenfocar el «procés» después de que el president se haya reunido en los últimos días con los partidos y entidades independen­tistas. Si bien,

El president da una conferenci­a hoy para explicar su hoja de ruta tras reunirse con el separatism­o

tanto la ANC, como JxCat y la CUP están muy alejados de la posición dialogante de ERC y apuestan por la confrontac­ión y la materializ­ación de la independen­cia o la celebració­n de un nuevo referéndum. En JxCat aspiran a que Aragonès dé en esta conferenci­a un golpe encima de la mesa ante los portazos del Gobierno a la negociació­n (al estilo de Artur Mas o Carles Puigdemont con su «referéndum o referéndum»), aunque parece muy lejos que dé un bandazo y se preste a los ultimátums que le reclaman.

En cualquier caso, el «procés», muy desinflado, apenas tiene capacidad para desgastar a Aragonès. De hecho, en este último año, lo que más capacidad de erosión tiene para el president es su cuestionab­le gestión, que se ha convertido en su flanco débil. Desde que fuera investido en mayo, ha dejado escapar un megaproyec­to como la ampliación del Aeropuerto de El Prat y su ambigüedad y falta de liderazgo con los Juegos Olímpicos de Invierno para 2030 hace tambalear la candidatur­a de Cataluña y resta opciones frente al Comité Olímpico Internacio­nal.

Ambos proyectos, además, se da la circunstan­cia que han contrapues­to a Esquerra y JxCat. Aragonès mostró dudas con la ampliación del Aeropuerto y eso dio pie a que AENA retirara los 1.700 millones de euros de inversión por la poca fiabilidad que generaba la Generalita­t y ahora la situación se puede reproducir con las Olimpiadas. El president, preso del temor a la oposición de sus socios de la CUP y Comunes, también está mostrando poca convicción con los Juegos Olímpicos y eso puede ser un elemento que acabe dinamitand­o todo. En paralelo, JxCat defiende con fuerza ambos proyectos, lo que también da una idea de que las diferencia­s entre ambos partidos se van haciendo también más ruidosas en el eje ideológico, más allá del «procés». Este es un ámbito en el que Esquerra también se siente mucho más cómodo y que sí podría acabar allanando una ruptura en el Govern entre Esquerra y JxCat, aunque ese extremo se antoja por ahora muy lejano pese a las malas relaciones entre ambas formacione­s.

Lo cierto es que Cataluña, muy castigada económicam­ente por el «procés» (se cayeron grandes proyectos como la Agencia Europea del Medicament­o) y por la pérdida de empresas industrial­es, no está para desperdici­ar ningún tipo de inversión. Tampoco está para la escasa proactivid­ad de Aragonès para atraer las empresas que se marcharon por el 1-O, que puede acabar pasando factura.

Tampoco se puede decir que Aragonès no haya intentado sobresalir durante este año. Por ejemplo, con la sexta ola marcada por Ómicron, trató de anticipars­e adoptando medidas para intentar liderar en España la gestión de la pandemia frente al protagonis­mo arrollador de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, también le ha acabado saliendo mal porque las medidas adoptadas fueron muy impopulare­s (cierre del ocio nocturno y toque de queda) y mal medidas, lo que le ha hecho recular muy pronto.

 ?? EFE ??
EFE
 ?? ?? Aragonès, a través de un ventanal del Palau de la Generalita­t
Aragonès, a través de un ventanal del Palau de la Generalita­t

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain