Aubameyang y el Barça conectan
► Los azulgrana ganan un partido más disputado de lo que dice el marcador con dos goles y medio de su nuevo delantero
Aubameyang ya ha llegado al Barcelona. Uno de los fichajes de invierno, intrascendente en sus anteriores apariciones, encontró los espacios ante el Valencia para demostrar de lo que es capaz. Ante defensas cerradas le cuesta, pero si puede correr es otra cosa. La zaga del equipo de Bordalás estaba adelantada y Jordi Alba encontró su espalda con un pase delicioso que el delantero convirtió en bueno: corrió, frenó y puso el balón en la escuadra con el interior. Así se estrenaba con su nueva camiseta, camiseta, y lo celebró dando un salto mortal hacia delante. Era la primera gran oportunidad de un encuentro muy disputado en el que el equipo de Xavi sí encontró la contundencia que le ha faltado otras veces. No tuvo muchas ocasiones, pero las que sí logró generar eran tan claras... Irrechazables. De nuevo Jordi Alba fue quien acarició el balón por encima de todos para que Dembélé sirviera en bandeja el segundo a Frenkie de Jong. Después, el pase de Dembélé entre líneas para Gavi fue la clave del tercero, que Aubameyang sólo tuvo que empujar en una posición muy justa. Las líneas del VAR mostraban que estaba en línea. La clave de todo en estos dos segundos goles fue la velocidad en el desplazamiento de la pelota: si la cadena de pases es rápida se pueden superar líneas. Si es lenta, no sirve y hay que recurrir al regate, es decir, a Dembélé. Esta vez no hizo falta sobreexplotar al francés, que volvía a la titularidad tras su castigo interruptus. Menos intervenciones, pero más certeras.
Ese milímetro que hizo legal el gol de Aubameyang anuló el de Gayá (para alivio de Ter Stegen, que falló con estrépito) y por un poco más tampoco subió al marcador el de Soler, porque antes el balón había salido fuera de banda. Llamaron al árbitro a ver el monitor para que interpretara si había sido justo en la acción anterior al tanto o antes. Pero de que estaba fuera no había dudas.
Hubo mucho más VAR, porque nada más empezar la segunda parte no se pitó un penalti a Aubameyang por fuera de juego. Poco después se animó el Valencia con un gran gol de cabeza de Carlos Soler: un misilazo para resolver el gran centro de Bryan Gil. No supo aguantar el Barcelona con los tres de ventaja ni diez minutos. El castigo había sido excesivo para el conjunto local en un encuentro bravo y muy peleado.
El tanto fue como un chute de adrenalina para el Valencia, que se lanzó con todo a por más, lo que tenía como peligro que descuidara la espalda.
Soler rozó el segundo gol en un tiro desde lejos. Maxi había entrado en el descanso y su trabajo se notó inmediatamente. No le gustaba a Xavi la situación, conocedor de que su equipo ya la ha liado otras veces teniendo ventajas grandes. No tardó en poner a Pedri para intentar calmar los ánimos y defenderse con el balón. Pero lo que encontró con el canario fue otra cosa. Ha pedido el entrenador al talentoso centrocampista que busque más el área, que quiere que marque goles, y en un balón que se quedó suelto no dudó en chutar. Demasiado fuerte para lo sutil que suele ser, pero el balón fue para dentro tras tocar un poco en la espalda de Aubameyang. El árbitro terminó concediéndoselo al africano, por tanto, «hat trick».
Siguió el Valencia detrás del milagro y no logró el Barcelona dormir el partido y que no pasara demasiado. Entre Araujo y Ter Stegen evitaron que los barcelonistas pasaran un mal rato. Regresan a la cuarta plaza.