Rusia pone en alerta máxima sus fuerzas de disuasión nuclear
► Putin critica las «declaraciones agresivas» de la OTAN y las sanciones «ilegítimas»
El anuncio del líder ruso es visto como una nueva provocación por parte de EE UU Miles de rusos protestan en las calles contra la guerra. Unos 4.000 han sido detenidos
Con la propuesta de la primera negociación entre Rusia y Ucrania todavía en el aire, la tercera aparición del presidente ruso en la televisión de su país fue toda una declaración de intenciones. La sorpresiva comparecencia de Vladímir Putin tuvo lugar ayer por la tarde, cuando los rusos apuraban sus últimas horas de descanso y se acostumbraban a la incertidumbre de la guerra y a las medidas de sanción que poco a poco iban llegando.
En su mensaje a la nación, el presidente Putin centró su crítica en las sanciones impuestas por Occidente, a las que calificó de «ilegítimas». «ilegítimas». Para el líder ruso «los países occidentales no sólo están tomando medidas económicas hostiles contra el país, sino que los líderes de los principales países de la OTAN están haciendo declaraciones agresivas (sobre Rusia)». Reunido con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y con el jefe del Estado Mayor, el general Valer y Gerasimov, el ruso les ordenó «trasladar las fuerzas de disuasión (nucleares) de Rusia al modo de máxima alerta». La respuesta de ambos fue un «sí» alto y claro, que constataba el envite de Putin a una guerra que cada día que pasa es más global, ampliando unas consecuencias de la intervención militar en Ucrania que merman las esperanzas de la población rusa, que ya empezaba a respirar tras dos años de pandemia.
El cierre del espacio aéreo de todos los países europeos a las compañías rusas, pero sobre todo, las sanciones económicas, que van desde la desconexión de varios bancos rusos de la plataforma de intercambios Swift, a la congelación del fondo de 570.000 millones de euros en divisas extranjeras almacenadas por el banco central ruso, han puesto en jaque a una economía como la rusa, que puede experimentar un desgaste acelerado en las próximas semanas.
Las órdenes dadas por el mandatario ruso hacían referencia a las famosas «fuerzas de disuasión», que incluyen misiles nucleares, de corto y largo alcance, y sistemas de defensa antimisiles, además de las armas no nucleares. El 19 de febrero, dentro de las maniobras militares llevadas a cabo conjuntamente por Rusia y Bielorrusia, se utilizaron este tipo de armas lanzando varios misiles aerobalísticos hipersónicos Kinzhal, misiles de crucero Kalibr y misiles hipersónicos Zircon, la nueva joya de la corona armamentística rusa, desde barcos y submarinos de la flota del Mar del Norte y del Mar Negro contra objetivos en tierra y mar.
Además, se completó el lanzamiento de misiles de crucero desde portamisiles estratégicos de largo alcance Tu-95ms y un misil balístico Sineva en el Mar de Barents, a la vez que un misil de crucero Iskander era disparado en el campo de entrenamiento de Kapustin Yar.
Paralelamente a la guerra en Ucrania se está llevando a cabo una cibercontienda en internet declarada a Rusia por el colectivo de «hackers» Anonymous. El grupo de piratas informáticos lleva bloqueando webs relacionadas con el Gobierno ruso desde que comenzaron los ataques en territorio ucraniano. Durante esta semana, webs tan conocidas como las del canal estatal Russia Today, la gigante gasística Gazprom o la Agencia Espacial Federal Roscosmos han sufrido cortes, bloqueos y ciberataques desde diversos puntos del planeta, algunos concentrados en los Estados Unidos o en el propio territorio ucraniano.
Mientras, en las calles de Rusia continúan las manifestaciones, que no han mermado en número de participantes a pesar de las detenciones llevadas a cabo desde el pasado jueves. La convocatoria de ayer congregó a miles de personas en todo el país, siendo las más multitudinarias las de Moscú y San Petersburgo. Se estima que desde el comienzo de las mismas más de 4.000 personas han sido detenidas por protestar en la calle.