Andalucía: el nuevo «hub» de innovación
MeMe gusta definir «hub» como aquel ecosistema que fomenta iniciativas de valor añadido y que potencia la generación de negocios. Un «hub» innovador, además, basa su razón de ser en el avance tecnológico, en la inversión en I+D+i y en la transferencia de conocimiento. La aplicación de la innovación a todos los ámbitos de la vida, además de aportar notables beneficios al conjunto de la sociedad, ayuda al desarrollo económico de una región, mejorando la competitividad y proyección internacional de su tejido empresarial y favoreciendo la atracción de inversiones, la aparición de nuevas entidades de base tecnológica y la creación de empleos cualificados.
Andalucía se ha convertido, en los últimos años, en diana de empresas innovadoras y altamente tecnológicas, al albur de iniciativas tractorasdereconocidasmultinacionales.Con el telón de fondo de una estabilidad política y social reseñable, está consiguiendo elevar a las mayores cotas de su historia el enorme potencial de su ecosistema innovador.
El volumen de empresas TIC se ha más que duplicado entre 2010 y 2020. De acuerdo con el «Análisis panorámico de la industria TIC andaluza 2020», elaborado por Invest in Andalucía, la región se sitúa en tercera posición por número de empresas de este ámbito (unas 3.300 compañías) y por creación de empleo (29.000 puestos de trabajo), y en cuarto lugar por cifra de negocios (3.265 millones de euros). Además, esta actividad se abre paso en el mercado internacional, con 1.200 compañías exportadoras de productos y servicios de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.
Esta actividad ha demostrado una gran fortaleza en las dos crisis económicas sobrevenidas en los últimos años, la derivada de la crisis financiera de 2008 y la ocasionada por la pandemia del Covid-19. No sólo ha sido uno de los segmentos más resistentes, sino que ha sido clave para la recuperación de otros. Durante la pandemia, ha experimentado un impulso sin precedentes y ha acelerado la digitalización de todas las actividades productivas.
Desde el Gobierno andaluz trabajamos con todo nuestro empeño para contribuir de manera significativa a consolidar en nuestra región la implantación de un modelo productivo inteligente, sostenible y sustentado en la transferencia de conocimiento. Estamos analizando la legislación autonómica desde la A hasta la Z, de manera que consigamos un barrido normativo que favorecerá la competitividad del tejido productivo. De ahí el Plan para la Mejora de la Regulación Económica en Andalucía y los tres decretos que en él se articulan: la gran obra de ingeniería administrativa de la legislatura; el mejor legado que podemos dejar para que crezca la inversión y el empleo.
La nueva legislación autonómica que hemos venido aprobando (LISTA, Ley de Economía Circular o Ley de Creación de la AgenciaTRADE,porejemplo)serándeterminantes en el aprovechamiento de las oportunidades de inversión derivadas de los diferentes Fondos Europeos, tanto del Next Generation-EU como de los Marcos Plurianuales, para transformar la economía haciéndola más productiva, más digital y más sostenible.
La agilización normativa, la bajada de impuestos y la estabilidad son los principales acicates para una economía, la andaluza, que sigue creciendo por encima de la media nacional.
En Andalucía, el entramado innovador se sustenta, además, sobre una red de parques científicos y tecnológicos, donde la Administración, la empresa, la ciencia y la tecnología van de la mano y que son fuertemente apoyadas desde distintos clústers. Esa red cuenta con el apoyo de las diez universidades públicas, cerca de 26.000 investigadores y más de 2.000 grupos de I+D. El nuevo Sistema Andaluz del Conocimiento contará en los próximos meses, además, con una estrategia que sentará las bases de la política autonómica de I+D para los próximos seis años: la Estrategia de Investigación, Desarrollo e Innovación (EIDIA).
En la carrera por la transformación de Andalucía hacia el nuevo «hub» de innovación se ha optado por la inteligencia artificial, el blockchain, la ciberseguridad, el internet de las cosas o el big data, además de por una reindustrialización motor de la revolución verde. Esta apuesta sitúa a la región en una posición privilegiada para abanderar el nuevo modelo de desarrollo económico.
La reactivación y el refuerzo que está imprimiendo el Gobierno del cambio al Sistema Andaluz del Conocimiento están estrechamente vinculados al reto de mejorar el bienestar y el desarrollo económico, más en estos momentos en los que tratamos de superar el impacto de la pandemia y sentar unas bases sólidas para la recuperación. De ahí nuestra prioridad por impulsar y reactivar la I+D+i, a la que hemos destinado incentivos por valor de 356 millones de euros, que han servido para dar apoyo a los grupos de investigación, reforzar el capital humano y mejorar las infraestructuras dedicadas a esta actividad.
Esta inyección pública ha posibilitado, en gran medida, que Andalucía haya sido la comunidad en la que más ha aumentado el gasto en investigación en 2020, registrando una subida del 5,8% respecto al año anterior, lo que supone 4,5 puntos por encima de la media nacional, que se sitúa en el 1,3%. Ese porcentaje, que se traduce en una inversión de 1.627 millones, supone el mayor incremento registrado en la comunidad en los últimos diez años.
Este es, sin duda, el camino para el futuro. Andalucía se aleja de los tópicos y escala posiciones en este nuevo orden económico, en el que la transformación digital es la principal herramienta y la innovación y la colaboración, la fórmula para la consolidación de este nuevo «hub».