Una red de 20 «embajadas» para «actuar como un Estado»
► El Govern, con Junts a la cabeza, redobla su política exterior en paralelo a la ofensiva de Puigdemont
«La mejor manera de prepararnos para ser un Estado es empezar a actuar como si lo fuéramos». Así resume la Generalitat el objetivo de su despliegue exterior en 2022, año en el que abrirá hasta seis nuevas «embajadas» para sumar un total de 20 delegaciones en el mapa internacional. Un salto importante en plena pospandemia, en medio de la guerra de Rusia contra Ucrania y con el «procés» sumido en un largo letargo que el independentismo busca despertar. De hecho, el anuncio llega después de que Carles Puigdemont anunciara su propio «Ministerio de Exteriores fake» y se mostrara dispuesto a crear una red mundial de colaboradores para lograr la independencia paralelo a la Generalitat y dependiente del Consejo por la República.
Ayer, en un acto en el palacio de Pedralbes, la consejería de Acción Exterior pilotada por Junts de la mano de Victòria Alsina anunció nuevas «embajadas» este año en Japón, Corea del Sur, África Occidental, África Meridional, Brasil y Andorra. Además, el Govern creará tres oficinas que colgarán de delegaciones existentes y que se ubicarán en Quebec (Canadá), Dublín (Irlanda) y Liubliana (Eslovenia) –un nivel inferior a las «embajadas»– y tendrá dos nuevos enviados especiales en lugares que considera que requieren especial atención: Polonia y Escocia. Sobre este último, la Generalitat asegura que es «la nación con la que compartimos más aspiraciones», en referencia a la autodeterminación.
«Cataluña consolida su determinación de tener voz propia en el exterior sin tutelas ni intermediarios», se jactó Alsina en clara referencia al Gobierno –«Somos una nación y existimos contra el establishment», dijo en otro momento– antes de advertir que la apertura de nuevas delegaciones es «una mala noticia» para quien quiere que Cataluña se quede «callada» y «encerrada en casa». «Viajaremos y hablaremos de nuestro país como nunca antes se había hecho», avisó.
Pese a enmarcar la apertura de nuevas delegaciones dentro del marco estatutario –el objetivo sobre el papel es estrechar lazos culturales, de cooperación y especialmente empresariales–, la dirigente de Junts puso el acento en el «procés» y apeló en varias ocasiones a ello dejando claro que también se incidirá en la hoja de ruta independentista: «Queremos que nuestro país sea libre, queremos ser conocidos y reconocidos». Y «queremos explicar qué queremos ser», remachó.
En un acto sin preguntas de los periodistas, el Govern evitó cuantificar el coste de estas delegaciones para las arcas públicas catalanas.Sinembargo,lospresupuestos de este año incorporan un notable aumento de la partida presupuestaria destinada al departamento de Acción Exterior, que roza los 100 millones de euros y se dispara un 27,8% respecto a 2020. De este montante, mantiene los dos millones de euros en el Diplocat –igual que en 2020– y prevé consolidar la red de «embajadas» con una partida de 8,9 millones –un incremento de 3,8 millones respecto a 2020– con la que prevé abrir estas nuevas y reforzar las existentes.
Las nuevas delegaciones deberán someterse a la normativa que fija que las comunidades autónomas deben informar previamente al Gobierno de la apertura de las sedes. Cabe recordar que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional en 2020 parte del plan estratégico de acción exterior de la Generalitat –el Diplocat y su participación en foros multilaterales– por «vulnerar las competencias estatales y no ajustarse a las estatutariamente asumidas por la Generalitat», aunque el Ejecutivo catalán excluye las «embajadas» y da por hecha su apertura.
El despliegue también llega coincidiendo con la investigación del Tribunal del Cuentas y las fianzas a varios exaltos cargos –entre ellos a Mas y Puigdemont– por su presunta malversación de fondos públicos para promocionar el «procés».