El 8-M vuelve a las calles con el feminismo más enfrentado
► Debates como la ley Trans y la abolición de la prostitución divide al colectivo, que celebra dos manifestaciones
Aunque el año pasado los temas que eran motivo de disputa ya estaban encima de la mesa, las restricciones por la pandemia obligaron a los organizadores a conformarse con un 8-M de pequeñas concentraciones y con muchas restricciones sanitarias que no evidenciaban la importante fractura interna que ya sufría el movimiento feminista. Por eso, este 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, será la primera vez que sea tan visible lo enfrentado que está el colectivo en algunas posturas hasta el punto que, lejos de mostrarse unidas en un día tan importante y con la amenaza que ha supuesto para el movimiento el auge de algunos partidos, esta tarde se celebran en Madrid y otras capitales dos manifestaciones separadas. La «oficial» está organizada por la Comisión 8-M y es a la que acudirá la ministra de Igualdad, Irene Montero y miembros del Gobierno. Partirá a las 19 horas desde Atocha y llegará hasta la plaza de Colón, donde leerán un manifiesto. Bajo el lema «Derechos para todas, todos los días», se calcula que participarán unas 35.000 personas, muy lejos de las 350.000 que se registraron en la de 2019.
Además de porque sigue habiendo restricciones por la pandemia, uno de los motivos por los que acudirá menos gente es porque el Movimiento Feminista de Madrid ya ha convocado por su cuenta, desvinculándose de la marcha oficialista y organizan su propio itinerario que saldrá a la misma hora desde Gran Vía y terminará en Plaza de España. Esta segunda marcha estará protagonizada por las feministas que son abolicionistas de la prostitución y la pornografía, en contra de las leyes «generistas» –la aprobación de la llamada «Ley Trans» fue muy criticada por asociaciones feministas porque creen que «borra» el género femenino– y a favor de la prohibición de la «explotación sexual» de los «vientres de alquiler».
Aunque los partidos que sustentan al Gobierno tendrán representación en la manifestación de la Comisión 8-M, la presidenta de la Comisión de Igualdad y exvicepresidenta del Gobierno, la socialista Carmen Calvo, aseguró en una entrevista este fin de semana, según recoge Europa Press, que «el feminismo de verdad» se sitúa tras la pancarta del bloque abolicionista. Muchas mujeres del colectivo, no obstante, no entienden que defiendan ciertos aspectos, como la abolición de la prostitución, pero que no hagan nada por cambiarlos estando ahora en el Gobierno ambos partidos.
El PP, por su parte, aseguró ayer que se unirá a esta convocatoria, algo que ha «preocupado» a los encargados de garantizar la seguridad de las marchas ya que pueden surgir enfrentamientos. Y es que las «abolicionistas» entendieron ayer esta suma del PP a «su» convocatoria como un acto de provocación ya que el partido no defiende estos postulados y lo interpretan solo como un acto de enfrentamiento con el Gobierno de Pedro Sánchez para no acudir a la que organizan ellos. El PP, de hecho, dijo que promoverá su propia declaración cuya idea fuerza será la de «mujeres libres».
También Ciudadanos confirmó que participará, «igual que siempre que se reivindique la libertad y la igualdad».
Siguen las mascarillas
La delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, aseguró que las marchas de este año seguirán exigiendo la utilización de mascarillas, a pesar de ser al exterior, y de la distancia de seguridad. Y, aunque en Madrid serán las más multitudinarias, el resto de capitales de provincia también organizan marchas por la mujer.
En definitiva, se trata de la vuelta del movimiento a las calles de la capital en el Día Internacional de la Mujer desde 2020. El año pasado, la delegación de Gobierno en Madrid prohibió las celebraciones convocadas, lo que obligó a la Comisión 8-M a celebrar pequeños actos en los barrios y al Movimiento Feminista de Madrid a realizar una protesta reducida con una pancarta.
Por otra parte, y bajo el paraguas de la Comisión 8-M, las asambleas feministas de otras comunidades autónomas han convocado también movilizaciones en otras ciudades, aunque en diferentes formatos.