Courtois tiene la clave
► Pochettino duda entre Donnarumma y Navas sin decidirse. Thibaut es indiscutible
Cuando Courtois llegó al Real Madrid en el verano de 2018, el panorama no era el mejor. Se habían ido Cristiano y Zidane, y Navas estaba dispuesto a defender la portería a muerte. En el campo, y sin dar una concesión fuera de él. «Thibaut tuvo que esperar dos o tres partidos para ser titular. Esto no facilitó su integración porque Keylor Navas siempre estaba ahí y había una competitividad interna difícil de vivir», aseguró su padre hace tiempo. Esta semana «L’Equipe» daba más detalles de la fría, para ser generosos, relación entre ambos porteros. Se saludaban en el entrenamiento y después no tenían nada más que decirse.
Keylor, que había sido el portero de las tres Copas de Europa, vio que la llegada del meta belga era un peligro. Jugó los dos primeros partidos y después Lopetegui y Solari confiaron en Courtois, que acabó jugando más encuentros que su rival. Cuando Zidane preparó la siguiente temporada, eligió al belga en vez del portero que le había acompañado en el Madrid. Genial, pero muy irregular, Navas se fue al PSG y Courtois empezó a coger confianza en el Real Madrid. Como titular, el belga se ha afianzado hasta convertirse en el mejor portero del mundo, fundamental para LaLiga que ganó Zidane y más fundamental aún para esta Liga que está dominando el equipo de Ancelotti. Su actuación en París, con parada de penalti a Messi incluida, fue clave para que el Madrid llegara al partido de vuelta con toda la esperanza. «Al final, aunque hace tres años me criticaba todo el mundo, yo seguía pensando que soy el mejor. Que la gente note que estoy jugando bien, que estoy ayudando al equipo, es lo mejor», contaba el portero en su podcast Thibaut Talks. Con 69 paradas en LaLiga, es el quinto guardameta que más ha hecho y el Real Madrid el segundo equipo que menos goles ha recibido de la competición, por detrás del Sevilla. Sus compañeros se fían de él y la única duda es si este curso está siendo más importante para el equipo que Benzema.
«Gran ambiente de trabajo. Estamos listos», escribía ayer en su cuenta de Twitter para preparar el ambiente del encuentro de esta noche. Es cierto que con Lunin trabaja mejor que lo que lo hacía con Navas, lo que no era complicado. Lunin sabe que su posición en la plantilla es de ser el segundo guardameta, que es joven y tiene tiempo para aprender con Courtois. Sólo ha jugado los partidos de Copa, porque Ancelotti no encuentra el momento para darle una oportunidad. Considera que no jugar con Courtois cualquier partido es un tiro en el pie.
Le ha ido peor a Navas, que a sus 35 años está sintiendo en París lo que sintió en su último curso en el Real Madrid: se fían más de otro guardameta, al que han fichado como estrella. Aunque Pochettino está alternando a él y a Gianluigi Donnarumma sin decidirse por ninguno. Eso provoca que cada vez tenga que contestar a la pregunta de quién juega: «Tengo mucha paciencia con todos ustedes porque llevo siete u ocho meses explicando siempre lo mismo», aseguró ayer. «Tenemos la suerte de tener a dos grandes porteros que están en el PSG por decisión propia y el club lo ha querido así. Tenemos dos números uno y contra el Real Madrid se tomará la decisión con total naturalidad. Cualquiera que sea la decisión, habrá alguien decepcionado. Estamos contentos de la manera en la que se ha gestionado y llegar a marzo con dos porteros rindiendo al máximo nivel es algo bueno para el equipo».
107 paradas lleva Courtois esta temporada con el Real Madrid. 30 de ellas en la Champions
28 goles ha recibido en lo que llevamos de curso. En la Champions ha recibido 4 tantos
3.360 minutos ha jugado. Todos menos los dos encuentros de Copa del Rey que disputó Lunin