La Razón (Cataluña)

Montessori Internatio­nal School Conde de Orgaz

Premio al Mejor Proyecto Educativo. Cubren todas las etapas educativas, desde la guardería hasta bachillera­to

- POR M. R. N

«Cadaniñoes­maravillos­amente«Cadaniñoes­maravillos­amente diferente». Son palabras de María Montessori, pedagoga y psicóloga, creadora del método de enseñanza que lleva su nombre, y que también bautiza a uno de los colegios de mayor renombre de la Comunidad de Madrid: el Montessori Internatio­nal School Conde de Orgaz.

Privado y de alto nivel académico, este centro fue fundado en 1970 por D. José Luís García y Dña. María Jesús Abaroa y educa a sus alumnos bajo el método Montessori. Pero, ¿en qué consiste? Esta forma de enseñanza se basa en el respeto por la psicología natural del alumno, sustituyen­do las tareas por la cooperació­n del niño con el adulto, decidiendo hasta dónde quiere llegar con la actividad. Así, cada alumno tendrá, desde pequeño, la capacidad de estar contento con sus propias decisiones. «Está enfocada en promover la autonomía del alumno, su libertad creativa y su felicidad», destaca Luis Eduardo García Gualis, su director.

Gracias a esta manera de enseñar, LA RAZÓN ha querido premiar a Montessori Internatio­nal School Conde de Orgaz como Mejor Proyecto Educativo. Para festejar el reconocimi­ento, el director del colegio, García Gualis, fue el encargado de recoger el galardón y dedicar unas palabras a toda la familia que compone su día a día y, en especial, sus alumnos: «No se sabe qué profesione­s van a existir, ni cómo se van a desarrolla­r: el reto es conseguir que nuestros alumnos se dediquen a lo que les apasione en el nuevo mundo», promete García Gualis.

Cómo es estudiar allí

«Todo se puede conseguir sin perder la alegría en el camino», asegura el director, destacando el objetivo claro que tienen con sus alumnos: «Hemos demostrado que partiendo del niño –sin olvidarse que son niños y que requieren su propio ritmo– se puede lograr su mejor versión, la que les va a ayudar a alcanzar sus sueños, estudiar lo que les gusta y se les da bien, para en el futuro poder dedicarse a ello».

Son muchos los motivos por los que el Colegio Montessori se diferencia del resto de escuelas de la capital. Aun así, hay cinco rasgos por los que sus profesiona­les animan a las familias a elegir el suyo como primera opción.

El motivo principal es la atención que se le presta a cada niño. El método pide particular­idad y por ello, se emplea una educación cien por cien personaliz­ada a cada uno de ellos. Los niños son un mundo, cada uno tiene un potencial diferente y solo estudiándo­lo individual­mente se podrá obtener su mejor versión. Y eso quiere Montessori: que sus alumnos expriman todas sus capacidade­s.

La calidad del colegio es la segunda razón, pues es un centro de alto de nivel académico: la media de los resultados en las notas de acceso a la universida­d es una de las más altas entre las escuelas de la capital. Aunque no sea el ingredient­e más importante, así como metaforiza su director, han conseguido crear «la pizza perfecta que se necesitaba en España».

Otro de los aspectos a destacar son los idiomas. Montessori es un colegio multilingü­e, donde se imparte español, inglés y francés, con profesores nativos con capacidade­s para que los alumnos continúen su proceso educativo con niveles altos. En expansión, es un colegio internacio­nal. Aunque aplica el modelo curricular en español, muchas de sus asignatura­s se imparten en inglés.

El método de enseñanza de esta escuela conlleva, con el fin de fomentar el contacto humano, que sus alumnos no utilicen ordenadore­s, por lo que la pandemia ha supuesto para ellos todo un «depliegue de ingenio».

Diversidad social

Montessori Conde de Orgaz no es como el resto de colegios privados. El centro trabaja a favor de la diversidad sociocultu­ral y cuenta con unas tarifas moderadas con las que pretenden diferencia­rse del resto de colegios privados, evitando el elitismo económico caracterís­tico de muchos de ellos. «Creemos en la diversidad cultural como fuente de conocimien­to y en la virtud aristotéli­ca del ser humano para despojarse de los prejuicios y hacerse a sí mismo más allá del poder, la cultura, la religión, la raza o la política», destacan.

Montessori­Internatio­nalSchool ha sido todo un logro para la enseñanza en España pues, impartiend­o un modelo poco conocido e inusual, sus alumnos consiguen las puntuacion­es más altas. ¿Qué variedades encontramo­s en sus clases? No imparten el temario habitual, pues sus maestros quieren

«El reto es conseguir que nuestros alumnos sigan dedicándos­e a lo que les apasione en el nuevo mundo»

quieren que disfruten aprendiend­o, no que basen su aprendizaj­e en una exigencia académica. Así, el papel de profesor se encuentra en vilo entre un «jefe» y un «colega». Ninguno de los dos términos definen a su personal docente, pues su principal misión es motivar a sus alumnos.

El medioambie­nte también forma parte de este centro, pues los alumnos realizan actividade­s relacionad­as con el cuidado de la naturaleza, como plantar huertos o cuidar a sus propios animales.

Por último, más allá de los conocimien­tos académicos, tratan de que sean optimistas, asertivos, empáticos, conciencia­dos, trabajador­es, metódicos, resolutivo­s, creativos, cooperativ­os y sociables. De esta manera, con todos estos cambios los resultados académicos de su alumnado son igual —o incluso mejor— que los de un centro de enseñanza común.

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Luis Eduardo García Gualis, director y gerente de Montessori Internatio­nal School Conde de Orgaz

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