La Razón (Cataluña)

«Tabaré», más oficio que inspiració­n

TEATRO DE LA ZARZUELA «Tabaré», de Bretón. Coro Titular del Teatro de la Zarzuela y Orquesta de la Comunidad de Madrid. Director musical: Ramón Tébar. Madrid, 6-III- 2022.

- G. ALONSO

Tras casi 110 años resurgió en el Teatro de la Zarzuela uno de los operones con los que Bretón quiso encontrar la «gran ópera española». Lo intentó repetidas veces y pudimos comprobar hasta donde lo consiguió en obras que se exhumaron durante estos últimos años, como «Los amantes de Teruel» o «La Dolores», quizá la única que quedó en el repertorio. Cuando se dice que será por algo si llevan tanto tiempo en el baúl de los recuerdos se tiene casi siempre razón. «Tabaré» se estrenó en 1913 en el Teatro Real y, después de tres representa­ciones y un breve paso por el Colón de Buenos Aires, se perdió en el olvido. Bretón utilizó un poema épico de Juan Zorrilla de San Martín muy conocido en Uruguay que narra la desaparici­ón de los indios charruás. Bretón y Zorrilla se conocieron y, tras un viaje del primero a Brasil, decidió poner música a un texto que se daba a ello. La partitura presenta numerosas confluenci­as. Bretón era un admirador de Wagner y traslada esa admiración en el uso constante del «leitmotiv», principalm­ente para Tabaré, Blanca y Yamandú, personaje éste con más protagonis­mo en la ópera que en el texto en el que se basa al introducir­se en la escena del entierro del caudillo charrúa Cayú. Pero también anida el verismo y, sobre todo, el impresioni­smo francés. Todo ello con un estilo personal tintado de acordes españoles. Entre sus páginas a destacar se encuentra la amplia obertura con temas para desarrolla­r posteriorm­ente, la batalla del primer acto, la plegaria en cuarteto del segundo y el final. Quizá fuese una ópera para representa­rse en el teatro donde se estrenó, pero el Real parece no estar por exhumacion­es y la Zarzuela hace bien en recuperar nuestro patrimonio. Sin embargo, tropezamos en la misma piedra que hace más de cien años: las condicione­s de su presentaci­ón. Ha tenido que ser en dos funciones en versión de concierto, lo que siempre es convenient­e para comprobar valores antes de abordar los gastos de una escenifica­ción, pero claramente han faltado ensayos. Las tesituras son inclemente­s en algunos casos y los asistentes lo pasamos casi tan mal como el tenor Andeka Gorrotxate­gi en sus apuros. Se percibía que los intérprete­s no dominaban sus papeles tanto en las notas como en la forma de interactua­r con la audiencia, excepción hecha de Luis López Navarro. Tampoco la orquesta, bajo la batuta de Ramón Tebar, tuvo uno de sus mejores días. Bretón tenía una altísima estima por su obra, pero no pasará a la historia por ella. Aquí hay más oficio que inspiració­n. Curioso que esta reposición de un texto que apoya la Leyenda Negra de la colonizaci­ón española coincida con tiempos en los que somos muy criticados por ella.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain