La Razón (Cataluña)

La profetisa Carmen Calvo y CyL

- Jorge Fernández Díaz

HaceHace ahora dos años, para animar a las mujeres a sumarse masivament­e a la jornada del día siguiente, que era el 8-M, sabemos que la entonces Vicepresid­enta Carmen Calvo se dirigió a ellas con el argumento de que debían participar «porque les iba la vida en ello». Visto el resultado de secundar su llamamient­o con su masiva asistencia a la manifestac­ión de Madrid, que casi literalmen­te les produjo lo que profetizó, debería ser más comedida en sus juicios y opiniones sobre la materia, pero no parece sea así.

No abandona el género profético que da la sensación que le gusta cultivar, pues ha cargado contra el pacto de gobierno en Castilla y León entre el PP y Vox mostrándos­eapocalípt­icaalrespe­cto,despachánd­ose a gusto contra Mañueco: «Es terrible que las mujeres seamos la moneda de cambio de los pactos de las derechas». Para Calvo –no Calva y menos, Calve– es «terrible que se trafique y se negocie con las mujeres cuando hay 1,6 millones de españolas más que españoles», lo que nos hace dudar de la validez de ese argumento, ya que parece salvaguard­ar a las mujeres de ser sometidas a tráfico humano humano –tipificand­o esa conducta como un grave delito en el Código Penal– siempre y cuando sean mayoría entre la población española.

Ignoramos si son mayoría también en CyL, dado que ese Gobierno presuntame­nte esclavista y negrero sólo tiene competenci­as en el territorio de dicha autonomía, por lo que la política para acabar con la CyL vaciada y revertir la situación de despoblaci­ón que padece, deberá tener muy presente la perspectiv­a de género. En este caso, no para garantizar la igualdad, sino para asegurar una clara mayoría de mujeres respecto a los varones, obligando a éstos a migrar a territorio­s donde no peligre la supremacía femenina, requisito innegociab­le dado el grave riesgo que el caso contrario conlleva.

Por todo ello, la veterana política socialista ha comparado ese acuerdo de gobierno con «lo que hicieron los talibanes primero y luego Putin, que en el 17 suprimió la ilegalidad de pegar a las mujeres en Rusia». Ignoro si Putin permite que a las mujeres rusas se las pueda pegar impunement­e, pero si Calvo lo dice, sin duda será por algo. No es extraño que concluya afirmando que los signatario­s de ese pacto de gobierno no son políticos, sino «filibuster­os de las palabras para ocupar los cargos, pero que lo hacen contra ellas».

Si se cumple esta profecía de Calvo como la anterior, España se habrá convertido en el primer Estado esclavista de la UE, y además sin perspectiv­a de género.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain