Ante la escasez, coches de segunda mano para el alquiler
► Los problemas de suministros lastran la producción y los coches nuevos no llegan al sector
Las empresas de alquiler de coches están empezando a verse obligadas a comprar vehículos de segunda mano ante los problemas con los que se están encontrando para que las marcas les suministren automóviles nuevos por el desabastecimiento de componentes básicos para su ensamblaje como los microchips.
«Estamos buscando coches de importación y coches usados», reconoció la pasada semana el presidente de la Federación Nacional de Vehículos con y sin Conductor (Feneval), Juan Luis Barahona. Barahona aseguró que la flota de vehículos de alquiler podría mantenerse este año en los 541.000 coches, los mismos que el año pasado, pero muy por debajo de las 820.000 unidades con los que contaba el sector en 2019.
Para frenar esta «previsible escasez», instó a los clientes a «anticiparse y reservar con antelación su coche, ante la previsión de picos de demanda en Semana Santa y la temporada estival». Los precios estarán «garantizados» para los clientes que reserven, destacó en esta línea.
Las compañías de coches de alquiler ya se enfrentaron el año pasado a este mismo problema por la escasez de microchips. Fuentes del sector del automóvil aseguraron entonces que los fabricantes «no están pudiendo entregar en tiempo y forma» los pedidos que les han hecho las compañías de vehículos de alquiler. Una situación que no se ha solucionado casi un año después y que ha obligado a las compañías a buscar soluciones como la compra de vehículos usados.
Se trata, no obstante, de una solución no exenta también de dificultades. La escasez de vehículos nuevos por los problemas de suministros y la subida de impuestos como el de matriculación han inclinado a muchos compradores a decantarse por vehículos de ocasión. Un giro que está obligando a los concesionarios a importarlos ante la también cada vez mayor escasez de estos productos.
Facturación
Barahona recordó que «la crisis de microchips afecta a todo el sector de la automoción, de tal manera que los problemas de suministro de las marcas terminan por afectar al ‘renting,’ también en Francia, en Italia, en Portugal o en Alemania».
Aún así, Feneval prevé una facturación de 1.600 millones para este año, lo que supondría un 80% de la cifra que se registró en 2019, un año antes del estallido de la pandemia.
La Federación considera que la recuperación de las cifras prepandémicas podría producirse en 2023, aunque estas previsiones tendrán que contar con el impacto de la invasión rusa de Ucrania en el volumen de turistas extranjeros que lleguen a España y en los precios de los carburantes y las materias primas, advirtió.
Respecto a los viajeros rusos, dijo que apenas representan el 1,5% de sus clientes.
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