China defiende su «objetividad» y se desmarca de Occidente
► Amenaza con represalias si se ve afectada por las sanciones a Rusia aunque mantiene las importaciones
Pekín reafirma que su postura en el conflicto de Ucrania es «completamente objetiva, imparcial y constructiva», y apunta a que Estados Unidos está perdiendo el rumbo difundiendo información errónea sobre las acusaciones de que China harespondidopositivamenteauna petición rusa de suministros militares. Estos comentarios del portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, se produjeron después de que el asesor estadounidense Jake Sullivan y el alto asesor chino de política exterior, Yang Jiechi, se reunieran el lunes en Roma. También ha amenazado con represalias si se ve afectado por las sanciones a Rusia.
China,«profundamenteapenada porlasituaciónactual»,tratadepresentarse como un actor ecuánime enlacrisisucranianayhapedidoen repetidas ocasiones que se busque una solución diplomática a la crisis. Funcionarios europeos y ucranianoshaninstadoaPekínadesempeñar un papel para presionar a Putin a negociar, incluso como posible mediador. Pekín ha dado pocos indicios de estar dispuesta a abandonar la estrecha cooperación que ha establecido con Moscú en los últimos años, frente a la presión occidental. Ha respaldado la narrativa de Moscú sobre la guerra a través de la cobertura de sus medios de comunicaciónnacionalescontrolados por el Estado y ha promovido las campañasdedesinformaciónrusas en el extranjero, incluyendo una reivindicación desacreditada de queEEUUestádesarrollandoarmas biológicas en Ucrania.
Lasrevelaciones–quetantoChina como Rusia han asegurado que son falsas–seproducenenelcontextode unaseriedeinformesdeinteligencia estadounidenses filtrados en torno a la relación de ambos países y en el período previo a la invasión rusa, incluyendo que el presidente ruso Vladimir Putin informó a su homólogo chino Xi Jinping a principios de febrero sobre sus planes de guerra. Lo que no está claro a día de hoy es hasta dónde estaría dispuesto a llegar Pekín para respaldar a su «socio estratégicomásimportante».«Parece que China está proporcionando actualmente un apoyo sustancial a Rusia.Antesdelainvasión,XiJinping se reunió con Vladimir Putin y prácticamente respaldó la invasión al culpar a Occidente de la escalada de tensiones, a pesar de que fue Rusia la que acumuló casi 200.000 soldados en la frontera de Ucrania. Los medios de comunicación chinos controlados por el Estado están amplificando agresivamente la desinformación rusa sobre supuestos laboratorios de armas biológicas financiados por Estados Unidos en Ucrania. Y las continuas compras a gran escala de productos básicos rusos por parte de China están proporcionando un salvavidas económico al Kremlin. Si China cambiara suposiciónypresionaraaRusiapara poner fin a la guerra, tendría una importante influencia en el cálculo del Kremlin», afirmó Chris Miller, profesor de la escuela Fletcher de Relaciones Internacionales de la Universidad de Tufts, a LA RAZÓN
Según el rotativo oficial «Global Times», Pekin considera que las acusaciones de Estados Unidos le definen como instigador de la crisis ya que espera con ellas «tejer una red global para estrangular a Rusia, haciendo que todos los países formen parte de ella para ampliar sus propios intereses estratégicos». En palabras de Chris Miller, «no es de extrañar que China esté ayudando a Rusia con equipamiento militar en estos momentos ya que la cooperación industrial militar entre Rusia y China existe desde hace décadas y se ha intensificado en los últimos años. Rusia ha vendido a China muchos de sus sistemas más avanzados, desde la defensa aérea hasta los motores a reacción. Los dos países también han asegurado que están produciendo conjuntamente sistemas de alerta temprana de misiles». Para Miller, «el historial de China sugiere que se quejará de las sanciones occidentales, pero al final seguirá la mayoría de las restricciones de Occidente. Las empresas chinas ya han anunciado discretamente restricciones a la financiación del comercio ruso y a la transferencia de tecnología a Rusia, por ejemplo. La propia China tiene mucho miedo a las sanciones occidentales, dada su dependencia de la tecnología occidental y su temor a la fuga de capitales».