De cabeza a cuartos
La de Oblak evitó el gol del Elanga en una de las paradas del año y la de Lodi clasificó al Atlético con su tanto
La cabeza en el fútbol suele ser muy importante para pensar, aunque se le pueden buscar otros usos a las habituales. En Lodi, un defensa, aunque ahora reconvertido a carrilero, es lógico que la utilice para despejar balones altos, pero en su caso sirvió para marcar un gol y que su mes mágico como rojiblanco no tenga fin. Se cambió los papeles del partido de ida con Joao Félix, con un invitado, Griezmann, que fue el asistente después de la acción del portugués para que Lodi llevara la pelota a la red. En el Metropolitano el brasileño sí utilizó el pie para lo que suele ser lógico en un carrilero, centrar, y Joao Félix, que es de los que usa la cabeza fundamentalmente para pensar, la metió para marcar.
¿Y el portero? Es el único futbolista que puede dar al balón con las manos, pero puede recurrir a cualquier parte del cuerpo para tapar más portería. Y entre cualquier parte se incluye, sí, la cabeza: mejor jugarse el tipo y pasar un poco de dolor que encajar un tanto. Había comenzado el Manchester United bien, animado, presionando, y en una acción por la banda derecha se coló Bruno Fernandes y pasó a Elanga, que remató cerquísima. Parecía un gol cantado, pero el portero del Atlético luchó contra el instinto de supervivencia y en vez de quitar la cara, estiró el cuello un poco, como si fuera una tortuga, para llevarse el pelotazo y despejar así el balón. Koke fue a besarle ahí después de la acción. Después tendría que haberle besado las manos también, porque en la segunda parte el meta voló para despejar un remate muy claro de Varane... de cabeza.
Y cabeza, esta vez sí para pensar, pedía Simeone al final.