El perro senior
Los avances de los últimos años en la medicina veterinaria han permitido que la gran mayoría de los animales de compañía hayan aumentado sus expectativas y calidad de vida.
¿Pero, qué es lo que diferencia a un perro senior de un perro adulto? La respuesta es sencilla, a la vez que contundente: su vulnerabilidad.
El envejecimiento de cualquier ser vivo no debe tomarse nunca como similar, parecido o comparativo a enfermedad; un perro de 10 años puede disfrutar de un mejor estado sanitario que un animal de seis, dependiendo de los cuidados recibidos durante su vida, del padecimiento o no de distintas enfermedades... el envejecimiento dependerá finalmente de numerosos factores como son los genéticos, los ambientales y los nutricionales.
Estas conclusiones parten de una posible definición de envejecimiento: es aquel proceso biológico complejo que determina la reducción progresiva de la capacidad de un individuo para mantener la homeostasis (condición de equilibrio corporal en lo referente a temperatura, reacciones químicas, contenidos líquidos...) durante situaciones de estrés fisiológico interno, estrés ambiental externo, o cuando aumenta la vulnerabilidad a la enfermedad, pudiendo conducir a la muerte. Debemos tener presente que las tres principales causas de mortalidad no accidental en los perros son: el cáncer, la enfermedad renal y la enfermedad cardiaca.
Siempre hacemos comparaciones de la edad de nuestro perro con la nuestra... una de las formas más fiables es la siguiente:
- El primer año de edad corresponde a unos 15 de una persona. - El segundo año de edad corresponde a unos 24 de una persona. - Cada uno de los años sucesivos corresponden a cuatro humanos.
Ejemplo: un perro de 9 años tendría en «años persona»: 24 años de los dos primeros + 4 «años persona» por cada uno de los siete años que quedan para llegar a nueve (28 años); en total, un perro o un gato de nueve años tendría 24+28 = 52 años persona.
Las razas grandes y gigantes maduran más lentamente y sus expectativas de vida son más cortas que las razas pequeñas. En este tipo de animales el cálculo de «años persona» sería: el primer año como doce de una persona y cada uno de los años siguientes como 7 de una persona.
Ejemplo: el mismo perro de 9 años, si fuera un San Bernardo, tendría doce «años persona» de su primer año + 7 «años persona» por cada uno de los 8 que le quedan para llegar a nueve: 12 +56 = 68 años persona.
Lo que nunca debemos olvidar es que para conseguir que nuestro animal senior esté el mayor tiempo con nosotros, disfrutando de la mejor calidad de vida, deberá acudir a una revisión geriátrica a su veterinario, al menos, una vez al año.