Grito podemita: ¡Salvemos a la periodista rusa!

Diario de un viejo que le grita al televisor

Cuentan que Montero, Belarra, Díaz y otras camaradas podemitas están más que dispuestas a viajar a Moscú para manifestarse ante el Kremlin con la misma pasión y el fervor del 8-M. Objetivo: salvar a la periodista rusa Marina Ovsyannikova. Ahora está en libertad, pero aún podrían caerle 15 años de prisión por aparecer detrás de la presentadora de un informativo ruso, en directo, con un cartel que decía: «No a la guerra. Detengamos la guerra. No os creáis la propaganda. Os están mintiendo». La foto y el vídeo ya se han convertido en un símbolo. Si los tribunales putinescos decidieran incriminar a la periodista por «difundir informaciones falsas», las podemitas estarían decididas a volar a Moscú rápidamente y, llegado el caso, estudiarían la posibilidad de pedirle el Falcon al presi por un ratito. Así, le darían al viaje cierto carácter oficial y evitarían la confiscación de las pancartas en la aduana.

Viajarán ligeras de equipaje. Nada de vestiditos llamativos en este caso, dijo Ione, que votó por el llamado Modelo Manifestación, o sea, vaqueros, blusaucranianaypañuelomorado al cuello. Yolanda opinó que el morado no combinaba muy bien con la Plaza Roja, pero ahí la Montero impuso su criterio: llevarán el pañuelo arco iris de la lucha LGTBI+. Ahora que

Javier Marías dice que «la importancia de los intelectuales ha disminuido porque muchos de ellos se han equivocado, han arruinado su prestigio defendiendo lo indefendible», ahí estarán ellas, también intelectuales, las bravas de Podemos para defender a Marina. Gritarán libertad en la Plaza Roja a sabiendas de que Lenin les podría contestar irónicamente desde su mausoleo: «Tías, ¿libertad para qué?». Pero qué importa Lenin, ¿no?