Federico Rehberger: “Estamos consiguiendo que nadie tenga que renunciar a los implantes dentales”
En las últimas décadas, la innovación en tecnologías y tratamientos ha venido a revolucionar la implantología, haciéndola posible para cada vez más pacientes Incluso en los casos más extremos, en los que la atrofia del hueso es generalizada y no parece posible su recuperación, aún existen opciones
La implantología avanzada es la disciplina que permite colocar implantes dentales en condiciones adversas, como ante una falta de volumen óseo. Las técnicas que se emplean para conseguirlo son diversas y se adaptan a cada caso. Clínicas especializadas, como la de los doctores Rehberger, en Oviedo, son capaces de garantizar el éxito de un tratamiento implantológico casi en cualquier situación.
ElEl doctor Federico Rehberger es cirujano estético facial y cirujano maxilofacial, y uno de los médicos jóvenes con mayor proyección del momento que ya fue reconocido en los Premios Belleza y Estética 2021. Su apellido está vinculado a la ciudad de Oviedo, donde su familia ejerce la medicina, en concreto la estomatología y la odontología, desde hace más de 100 años. La formación del doctor Rehberger trajo consigo la apertura de su clínica familiar, en la calle Hermanos Pidal, a nuevos retos, como la cirugía estética facial. La ambición por conseguir que cada vez más personas sean candidatas a un implante odontológico es uno de sus empeños.
Un problema de salud oral
La falta de un diente no provoca solo un problema estético. Además, compromete la masticación, la digestión y nuestra estructura fisionómica. “La maloclusión, la absorción (desaparición) y la neumatización (ahuecamiento) del hueso son problemas serios causados por la ausencia de piezas dentales”, dice el doctor Rehberger. Desde su introducción en los años 80 (su padre, el doctor Guillermo Rehberger, fue pionero en Asturias), el implante dental es la mejor alternativa para sustituir dientes perdidos. Sin embargo, no todos los pacientes podían aspirar a colocarse uno; dependía mucho del estado del hueso y de la morfología de cada boca. El éxito de la osteointegración (es decir, el proceso por el cual una pieza de titanio, el implante, queda integrado en el tejido óseo como si fuera parte de él) estaba vetado a personas con poco volumen de hueso alveolar, aquel en el que se insertan las raíces de los dientes. Afortunadamente, eso está cambiando. En las últimas décadas, la innovación en tecnologías y tratamientos ha venido a revolucionar la implantología, haciéndola posible para cada vez más pacientes. Esto ha popularizado el concepto de implantología avanzada, que puede definirse como el conjunto de técnicas que permiten la osteointegración en las condiciones más adversas. “Creemos que una clínica debe poder hacer frente a casos inusuales: implantes cigomáticos, técnicas de expansión ósea, injertos de hueso, etc.”.
Tecnología más innovadora y mejores tratamientos
Los procesos de osteointegración se han visto favorecidos por novedades como el radiodiagnóstico 3D. Como defiende el doctor Rehberger, “un buen diagnóstico es importantísimo para el éxito de un tratamiento. Con los nuevos sistemas de radiodiagnóstico, somos capaces de desvelar en qué estado se encuentra el hueso del paciente y, por tanto, qué tipo de tratamiento le conviene más”. Y es que cada vez existe una mayor diversidad de tratamientos dentro del marco de la implantología avanzada para dar respuesta a las necesidades de cada paciente. Por ejemplo, la elevación del seno maxilar, con la que se consigue dotar al hueso de mayor volumen y firmeza. El split cortical, para ensanchar el hueso cuando el problema es que es demasiado estrecho. O los injertos siguiendo la técnica de Khoury, cuando la reabsorción ósea es más severa Incluso en los casos más extremos, en los que la atrofia del hueso es generalizada y no parece posible su recuperación, aún existen opciones. Nos referimos a los implantes cigomáticos. “La gran idea de esta implantología alternativa fue diseñar unos nuevos implantes, más largos, que, recorriendo el seno maxilar, podían anclar un extremo en los pómulos. De esta manera, en el extremo contrario, que asoma en la encía, podemos colocar las prótesis. Con sólo cuatro implantes somos capaces de reconstruir todo un arco dental superior”. Aunque suene complejo, es un tratamiento con unas grandes tasas de éxito y satisfacción. También en esta tasa de satisfacción influyen otras técnicas que se utilizan en clínicas especializadas como la del doctor Rehberger. Por ejemplo, el uso de plasma enriquecido para regenerar hueso; la sedación consciente, para mejorar la experiencia del paciente; la carga inmediata de prótesis, para que un diente provisional cubra un hueco poco estético en la sonrisa, etc. “La innovación en técnicas, en herramientas y en materiales es un importantísima para que las intervenciones evolucionen y, con ellas, la satisfacción de los pacientes. Ni los cirujanos ni los odontólogos pueden quedarse quietos esperando a que sus procedimientos se vuelvan obsoletos: hay que aprender y aprender y aprender”, afirma el doctor Rehberger. La única condición para someterse a estas técnicas es un diagnóstico preciso y ponerse en manos de buenos profesionales, como han demostrado ser los doctores Rehberger desde hace más de 100 años. De esta forma, la implantología avanzada devuelve la esperanza a aquellos pacientes que pensaban que ya no podrían recuperar sus piezas dentales.