Vuelve la embajadora marroquí mientras el argelino se marcha
► Rabat repone a su diplomática después de diez meses y Argel convoca al suyo tras el giro por el Sáhara
Baile de embajadores de Marruecos y Argelia. Por un lado, la embajadora de Marruecos en España, Karima Benyaich, emprendió ayer por la mañana viaje de regreso a Madrid desde Rabat tras diez meses, según revelaron a LA RAZÓN fuentes bien informadas. Se trata del primer gesto por parte de Marruecos tras la carta que remitió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al rey Mohamed VI en el que se apoyaba el plan de autonomía para el Sáhara.
El Gobierno marroquí la llamó a consultas el año pasado tras la crisis diplomática abierta por la acogida en España, en secreto y de manera presuntamente irregular, del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que se vio agravada por la entrada de miles de inmigrantes en Ceuta procedentes de Marruecos.
La embajadora marroquí regresa a España después de que el Gobierno cambiara su postura sobre el Sáhara Occidental al avalar como una «base seria y creíble» su plan de autonomía para encontrar una solución al conflicto.
Por contra, el Gobierno argelino ha llamado a consultas a su embajador en Madrid, Said Musi. Fuentes del Ejecutivo español han reiteradoqueseinformó«previamente» a Argelia sobre el cambio de posición en relación al Sáhara. De hecho, el pasado día 7, Pedro Sánchez Mantuvo una extensa conversación conversación telefónica con el presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune, en la que podría haberle dado datos al respecto.
La llamada a consultas del embajador argelino puede ser un gesto más hacia el Frente Polisario, que mantiene su guerra contra Marruecos y que se ha mostrado indignado por la decisión española. El grupo saharahui es uno de los peones que utiliza Argel en su conflicto permanente con Rabat y el que permite la existencia de los campamentos de Tindouf, desde los que se lanzan las ofensivas militares.
De momento, el cambio de postura del Gobierno español ha sorprendido y los que apoyan abiertamente al Frente Polisario le auguran todo tipo de desventuras, que están por ver. En este delicado asunto, Sánchez se alinea con países tan «poco influyentes» como los Estados Unidos, Alemania, Francia e Israel, entre otros que, con los tiempos que corren, no parecen malos compañeros de viaje. Sobre las consecuencias que pueda tener en las relaciones con Argelia y el suministro de gas, habrá que esperar a las próximas semanas para poder determinar, si, como predicen algunos, se acerca la hecatombe energética. Parece poco probable que el Ejecutivo no tenga amarrado el asunto del suministro antes de dar un paso diplomático de tanta importancia. Además, a la postre, el país magrebí va a vender más gas a España y eso figura en la cuenta de resultados. Pero habrá que esperar a ver qué ocurre.
En el asunto del Sáhara, Sánchez se alinea con EE UU, Israel, Alemania y Francia, entre otros