ERC acusa a Junts de mentir y blinda el pacto del catalán
►Anti 25% Los republicanos no frenarán la aprobación urgente de la reforma tras el acuerdo con el PSC y los Comunes y el desplante posconvergente
EsquerraEsquerra ha descorchado la semana mandando un claro aviso a Junts tras la severa crisis abierta en el seno del independentismo y del Govern por la inmersión lingüística: «Se han dicho muchas mentiras, muchas barbaridades sobre el catalán, y por aquí no pasaremos», advirtió este lunes la portavoz de la formación, Marta Vilalta. Un mensaje velado a la línea de flotación posconvergente después de que el partido de Puigdemont se descolgara del acuerdo a cuatro con los republicanos, el PSC y los comunes para reformar la Ley de Política Lingüística de 1998 y así esquivar la sentencia del 25% de castellano.
La dirigente de ERC no se refirió explícitamente a Junts, aunque en el turno de preguntas y tras ser cuestionada por sus palabras, abundó en la explicación: «Se han dicho barbaridades, por ejemplo que nos queríamos cargar la inmersión y dar mucho más margen al castellano». Justo dos de las acusaciones que el círculo posconvergente, con el propio Carles Puigdemont a la cabeza, Quim Torra o Josep Lluís Alay, han lanzado estos días a través de las redes sociales a modo de advertencia.
«Negamos estas mentiras y nos reafirmamos», insistió Vilalta, quien se esforzó en defender y blindar el acuerdo que suma 106 diputados de la cámara. ERC descarta frenar la reforma o dilatar su aprobación pese al desplante de Junts e insiste en impulsarla y aprobarla por la vía de urgencia como estaba previsto. Es decir, en el pleno de la semana que viene, un margen estrecho para aplicar los cambios que reclaman los posconvergentes.
De hecho, el pacto de la inmersión puede saldarse con una suma de izquierdas en el Parlament paralela al independentismo, aunque desde ERC no contemplan ese escenario y piden a Junts que vuelva al pacto firmado el jueves. De momento, los posconvergentes mantienen silencio mientras abren una nueva crisis con sus compañeros de Ejecutivo. Una maniobra de riesgo para Junts, que ha abierto en canal el partido –el pacto fue negociado y validado, entre otros, por Jordi Sànchez, Laura Borràs y Albert Batet–, y con Puigdemont posicionándose públicamente y claramente en contra de la reforma.
ERC no quiere que la tramitación se retrase, aunque dice estar dispuesta a valorar las enmiendas que pueda presentar Junts si no comprometen el consenso: « Estamos dispuestos a hablar sobre las enmiendas, pero no a parar el procedimiento de tramitación, ni tampoco queremos que nadie se descuelgue del acuerdo», aseguró Vilalta tras subrayar que solo se contemplan «pequeños cambios» si hay.
De hecho, entre las acciones que ha remitido el Govern al TSJC como respuesta al 25% –no aplicado por el Govern– aparece el cambio legal acordado por PSC, ERC y Podemos para modificar la Ley de Política Lingüística, en la que sí se contempla flexibilizar la inmersión y se abre la puerta a dar más castellano en determinadas zonas –como ya contempla la LEC–, aunque no fija porcentajes.
Los republicanos se abren solo a valorar «pequeños cambios» si no comprometen el consenso alcanzado