Messi espera a Cristiano
► El Mundial de Qatar puede ser la última cita internacional de los futbolistas que han mandado en el fútbol en la última era. argentina está clasificada. Portugal tiene que ganar a Macedonia del Norte
MacedoniaMacedonia del Norte ganó a Italia porque a veces esas cosas ocurren en el fútbol. «Esperamos otro milagro», dicen ahora para el encuentro de esta noche en O Dragao, contra Portugal. «Portugal será diferente porque tiene monstruos en el remate, además de Ronaldo están Bernardo y Jota. Sabemos que no presionan como Italia, que no nos dejó dar tres pases», aseguraban en la selección sorpresa de estas últimas eliminatorias del grupo europeo. Eliminar a Italia y a Portugal sería algo más que un milagro.
No es sólo Portugal, además, sería dejar fuera de Qatar a Cristiano Ronaldo, que a sus 37 años no va a tener muchas más oportunidades de estar en una gran cita internacional. «Quien manda soy yo. Punto final. Muchos hacen esta pregunta. Quien va a decidir mi futuro soy yo. Si me apetece jugar más, juego y si no me apetece jugar, no juego», decía ayer CR7 en la previa. Con el Manchester United ya se ha visto para lo que le da y es difícil que, si se cansa de su equipo, acabe en un club más potente. Pese a todo su esfuerzo, el tiempo le puede y Qatar puede ser una de sus últimas estaciones. También la última tal vez en la que comparta escenario con Messi. El final de una era feroz, gol contra gol, se tiene que cerrar en la mejor competición futbolística.
Ambos han disputado cuatro Mundiales. Desde el de Alemania hasta el de Rusia. Es decir, desde 2006 hasta 2022, una carrera en la que sólo ahora y, sin muchas ganas de hacerlo, se están bajando de la élite. Ronaldo, en el primero, llegó a ser semifinalista con Portugal y acabó como cuarto clasificado. Messi fue finalista en Brasil’2014. Lo que no logró calmar el ansia de los aficionados albicelestes. En el último Mundial, en 2018, Argentina y Portugal fueron eliminadas en octavos, por Francia y Uruguay. Un aviso de que el ocaso no estaba muy lejos.
Messi ya está clasificado y no hay que ser un lince para traducir, en su mensaje tras ganar a Venezuela, que puede que no vuelva a disputar un Mundial. Que a su edad, tendrá 35 el próximo otoño, tiene que medir con precaución sus pasos. «Pienso en lo que viene, que es cerquita, en los jugadores, en los partidos de preparación que tendremos en septiembre y octubre... Después del Mundial me voy a tener que replantear muchas cosas», aseguró, abriendo la puerta a su salida tras Qatar.
Después de ganar la Copa América, la relación de Messi con Argentina ha cambiado radicalmente. Ahora se quieren, mientras que en París aún es un elemento extraño, sin raíces, sin enganchar con la grada y, lo que es peor, sin haber conseguido que el PSG dé el paso que buscaba en la Champions. En Argentina se le nota como en casa, mientras que en París todos son problemas. Sin títulos internacionales, el Mundial 2022 es la bala que le queda para cerrar el año, casi su carrera deportiva y la pelea que mantiene con la historia y Maradona. La comparación ha sido constante y sabe que la victoria en un Mundial desequilibraría los debates hacia su lado. O por lo menos le pondría en el mismo altar apasionado en el que los argentinos tienen a Diego y por el que cierran los ojos a una vida turbia.
Ronaldo sabe que no puede ganar el Mundial, o al menos es muy complicado, pero no está dispuesto a perderse la cita más importante. Los focos cada vez le apuntan menos, porque se giran ya de manera irremediable hacia Mbappé y Haaland, a los que pretenden el Real Madrid y los grandes de Europa, mientras que para Cristiano esos cantos de sirena son una cosa de un pasado que no volverá. Pero aún tiene fuerza y ganas para ocupar «highlights» con sus goles y llenar el espacio de los medios deportivos. El Mundial es el centro del mundo cuando se disputa y a pocos como a Ronaldo les gusta estar en mitad del escenario.
Aunque jugó todo el partido, no marcó frente a Turquía en la semifinal, así que el cuerpo le pide ser protagonista contra Macedonia del Norte. Va a ser un encuentro de delanteros, contra un equipo defensivo, y Cristiano es el mejor. O lo era. «¡Ha estado jugando a un alto nivel durante casi 20 años! Naturalmente, tiene el objetivo de ir al Mundial. No queremos estropearlo, pero queremos hacer realidad nuestro sueño», decía Alioski, defensa de Macedonia.
Más de treinta veces remató Ita
lia en su semifinal sin ningún éxito. La campeona de Europa no impresionó a una selección que ya había ganado a Alemania. Es un equipo que va coleccionando víctimas en su historial y que sabe que pasar por encima de CR7 es añadir una muesca gigante y meterse en un Mundial de manera inesperada. «Se ha dado el primer paso hacia nuestro gran objetivo. No se ha ganado nada, no se ha conseguido nada. Debemos seguir trabajando. ¡Vamos Portugal! ¡Hacia Qatar!», escribió en sus redes sociales Cristiano, que ayer pedía el apoyo de la grada. «Si los portugueses están como estuvieron el jueves, ganamos». Si es así, tiene una cita con Messi.