Un partido para marcar territorio
► El Madrid quiere recuperar el optimismo con una victoria en el campo del Celta
Las dos semanas de descanso de LaLiga han venido bien al Real Madrid por varios motivos, pero el primero y fundamental es porque este tiempo sin fútbol de equipos ha vuelto a contextualizar el campeonato. Se va a jugar la jornada 30 y el líder saca nueve puntos al segundo. La ventaja tiene pinta de que va a ser suficiente si el conjunto de Ancelotti (hoy Davide si Carlo, que no viajó ayer por coronavirus, no llega a esta tarde) no se despista y, sobre todo, no da síntomas de flaqueza. Las dudas que pudo crear la derrota contra el Barcelona hace dos semanas quedarían en un mal rato ya lejano y nada más si el líder muestra hoy su mejor cara.
Por eso es tan importante el choque de esta tarde. El Barcelona y el Sevilla se enfrentan el domingo, así que uno o ambos van a perder puntos. Una victoria del Madrid le da más ventaja y un golpe de moral que necesita para su afición y para que los rivales no se crezcan al ver síntomas de debilidad. El partido de Vigo es el primero de un mes de abril que va a decidir todo: en la Champions porque el miércoles espera el Chelsea y en LaLiga porque después, el Madrid recibe al Getafe y se la juega contra Sevilla y Osasuna. Salir entero de ese esprint le daría todas las opciones para ser campeón cuanto antes.
El tiempo de descanso, además, ha ayudado a que Benzema y Mendy estén recuperados. Son dos piezas fundamentales. El defensa porque es un muro atrás y el Madrid necesita más que nunca sentirse seguro y hablar de la importancia de Benzema en este grupo sería repetirnos.
Si el equipo necesitaba descansar y despejar la cabeza, el parón puede ser providencial. Con los jugadores descansados y jugándose lo que se juega el Madrid esta tarde, no es probable que Ancelotti haga experimentos. Además, seguramente el partido contra el Barcelona le ha escarmentado acerca de realizar probaturas en días decisivos. Kroos ha pasado la semana con gastroenteritis, pero ya se ha recuperado y no debería tener problemas para jugar. La única duda, si Ancelotti no ha decidido cambiar de planes, sería la de toda la temporada: el futbolista que va a ocupar el carril derecho en el ataque del Madrid. Asensio y Rodrygo son los que pelean por ese puesto. Pero después del papel de Bale con la selección galesa, a lo mejor se le abre una puerta cerrada hasta ahora.