Orban acaricia su quinto mandato en Hungría
►Sondeos a pie de urna El primer ministro obtendría un 49% de los votos frente al 41% de su rival Marki-Zay de la Oposición Unida
MovilizarMovilizar a la mayor cantidad de personas posibles; ese ha sido el mantra de Viktor Orban y Peter Marki-Zay, durante la campaña electoral. Conscientes de que serán los votantes indecisos quienes determinen al vencedor de unas elecciones parlamentarias fuertemente polarizadas. Sin resultados oficiales, al cierre de esta edición, las encuestas a pie de urna de diversos medios nacionales daban como vencedor al actual primer ministro. Según estos datos, Orban ratifica su mandato cuatro años más. Conforme la última encuesta de Median para RTL Klub, un medio privado húngaro, Orban habría conseguido un 49% de los votos; mientras su oponente Peter Márki-Zay habría alcanzado un 41%. El candidato de la coalición Fidesz (Unión Cívica Húngara) KDNP (Partido Popular Demócrata Cristiano) está en el poder desde 2010. Con estos resultados Fidesz-KDNP tendría 121 escaños y la Oposición Unida 77.
Más de ocho millones de ciudadanos con derecho a voto estuvieron ayer llamados a la urnas en más de 10.000 colegios electorales en todo el país y el extranjero para elegir a 199 miembros de la Asamblea Nacional, quienes a su vez tienen la tarea de nombrar al nuevo primer ministro. Hasta las 18:30 horas de ayer, media hora antes del cierre de urnas, la participación era de 67,8%, un 0,33% menos que en las elecciones de 2018.
Viktor Orban a la salida del colegio electoral en Budapest y frente a un grupo de simpatizantes y periodistas declaró: «Soy optimista. Estas son unas elecciones extrañas, por ejemplo, este 3 de abril está nevando y además, debido a la guerra, la cuestión de guerra y paz se ha convertido en parte de la campaña. Nuestra posición es clara, estamos del lado de la paz y de la seguridad garantizada. Vemos a nuestros rivales como peligrosos, pedimos a todo el mundo que vote a los partidos que pueden garantizar la paz y la seguridad». Su campaña se basó en una fuerte operación contra su rival, el consevador Peter Marki-Zay, de 49 años, padre de siete hijos y desde octubre de 2021 el candidato de una coalición de seis partidos. Los últimos sondeos mostraban muy poca diferencia de intención de voto entre Fidesz y la Oposición Unida, pero Orban seguía con ventaja. La guerra en Ucrania estabilizó el apoyo del partido gobernante durante la campaña electoral. El actual primer ministro logró posicionar en el electorado la idea de que la oposición los quiere llevar a la guerra y él es el «candidato de la paz». A pesar de las numerosas críticas internacionales, su estrategia pasa por ignorar la guerra en Ucrania.
Orban es el mejor amigo de Putin en la Unión Europea; el líder húngaro apoya las sanciones europeas, pero se ha negado a denunciar la invasión rusa. Hungría es un país fuertemente dependiente de la energía rusa. El 85% del gas y más del 60% de su petróleo que consumen provienen de Rusia. En octubre de 2021 Orban firmó con Vladimir Putin un contrato para el suministro de gas a través de Gazprom por 15 años.
Aunque la guerra en Ucrania ha monopolizado la campaña electoral. Los retos del líder húngaro seguirán siendo los mismos. Aumentar el salario mínimo, recomponer la sanidad pública, reducir la pobreza y bajar la inflación.
Orban sigue manteniendo una gran influencia a través de una política del miedo a lo nuevo y con un eslogan claro: «No es momento para el cambio. Necesitamos seguridad». El actual primer ministro representa lo conocido. Con una sólida base económica que le ha acompañado los últimos cinco años y con una tasa de paro del 3%. De confirmarse los resultados, la reelección de Orban afianza una base duradera de apoyos a sus políticas y demostraría que sigue conservando un importante mandato democrático respaldado por sus votantes. Durante los últimos doce años, el Gobierno de Orban cambió la Constitución sin ningún apoyo de los partidos de la oposición. Restringió el matrimonio entre personas del mismo sexo, reformó la ley electoral para favorecer a las grandes formaciones como su partido.
El líder Fidesz está en el poder desde 2010, pero también gobernó una legislatura en 2004