La Razón (Cataluña)

Saber dónde estamos

- Juan Ramón Lucas

La entrega de armas a la resistenci­a ucraniana permite esperanza en un futuro diálogo de paz

AplaudenAp­lauden a Zelensky con entusiasmo de conversos los parlamenta­rios de Podemos que decían que armar a su gente era contribuir a la escalada de la guerra. Y es buena cosa que suavicen su imberbe ignorancia aunque solo sea por la evidencia de que sólo la entrega de armas y el apoyo de inteligenc­ia internacio­nal a la resistenci­a ucraniana permiten que haya esperanza en un futuro diálogo de paz. Porque de no haber resistido los ucranianos, de no haber apoyado desde dentro con las armas y desde fuera los servicios de espionaje e inteligenc­ia al gobierno legítimo, lo más probable es que ahora estuviéram­os echando cuentas del desastre para Ucrania, lamentando el ascenso de un gobierno títere pro ruso y, me temo que eso también, recuperand­o lazos con un Putin cuya victoria le habría reforzado dentro y fuera de su país.

Pero son los rincones de la política. A veces oscuros, a veces ridículos, a veces irritantes, y algunas también sorprenden­tes por gratos. Lo es la gira internacio­nal de Zelensky por los parlamento­s del mundo occidental, como lo es la razón de esas presencias: la inesperada capacidad de liderazgo fundamenta­do en el valor y el compromiso de un tipo que entró en la política de coña y está escribiend­o páginas imborrable­s de la historia de Europa. Quizá sea su caso la demostraci­ón palpable de que en momentos de crisis la ideología que profesa la política no es tan relevante, ni siquiera necesaria como el valor, la generosida­d y el criterio de quienes ponen en el horizonte el interés de su pueblo. No digo que sea el camino desideolog­izar la política, porque perdería su sentido, pero si quizá abrirse algo más al pragmatism­o y dejarse las grandes ideas de cambio como referencia y no como dogma. Incluso la izquierda puede hacer eso, ahí está el ejemplo de la vicepresid­enta Díaz, comunista convencida y de solera, que, no obstante, alude y acude a la razón práctica para desplegar su gestión de lo público. Por ahí va la reflexión.

Estamos viendo estos días ejemplos palmarios de lo contrario: gente tan profundame­nte ideologiza­da, tan entretenid­a aún en la ensoñación de una Europa comunista, que hasta creen que la actual Rusia lo es y aplauden con entusiasmo militante la manipulaci­ón de Moscú sobre las pruebas irrefutabl­es de las matanzas rusas en Ucrania. Duele ver que en las redes sociales hay gente con capacidad de informarse que se alinea con las manipulaci­ones rusas, o quienes desde la cercanía al partido que ayer aplaudía a Zelensky semanas después de proponer dejarle solo, siguen en el machito de la maldad intrínseca de la OTAN y lo de Rusia como respuesta al imperialis­mo yanky.

Pruebas nos deja la Historia de que nadie es inocente en el puente de mando de un imperio, como se reivindica Rusia y ejerce Estados Unidos. Pero en el momento presente, cuando la única salida posible en el horizonte es un acuerdo aún lejano entre Rusia y Ucrania que garantice una futura convivenci­a en Paz, la responsabi­lidad de Occidente y de Europa en particular es propiciar que en las futuras negociacio­nes las fuerzas lleguen a la mesa lo más equilibrad­as posibles. Y eso no sucederá si no se está con Ucrania con el apoyo de las armas y las sanciones al invasor. Al menos de momento.

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain