EE UU sanciona a las hijas de Putin y a los dos mayores bancos
► Washington y sus aliados europeos y del G-7 prohíben las inversiones en Rusia tras la matanza de Bucha
Como parte de los esfuerzos por hacer pagar a Rusia su responsabilidad por los crímenes de guerra en Ucrania, tanto EE UU y sus aliados del G-7 y la UE anunciaban ayer más sanciones económicas contra el Kremlin. Las imposiciones conjuntas supondrán «costes económicos severos e inmediatos al régimen de Putin por sus atrocidades en Ucrania, incluso en Bucha», aseguraron la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
De entre las «medidas económicas devastadoras» anunciadas por la Administración Biden, destacan la prohibición de nuevas inversiones en Rusia, la imposición de sanciones financieras más severas a los dos bancos más grandes del país y a varias de sus empresas estatales más críticas, así como a los funcionarios del Kremlin, las élites rusas y miembros de su familia, como las dos hijas mayores del presidente ruso.
Maria Vorontsova (36 años) y Katerina Tikhonova (35 años) son las primeras familiares de Putin afectadas por las nuevas sanciones impuestas por EE UU junto con más de una treintena de sus aliados en todo el mundo. Poco se sabe de la vida privada de uno de los hombres más controversiales del mundo, pero al menos dos de sus herederas están en el punto de mira de las autoridades internacionales.
Junto a las primogénitas del presidente ruso, las últimas represalias económicas afectan a la mujer y la hija de su ministro de Exteriores, Segei Lavrov; los miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, incluyendo el actual vicepresidente, Dmitri Medvedev; y el primer ministro ruso, Mijail Mishustin.
Washington cree que «estos individuos se han enriquecido a expensas del pueblo ruso» e incluso «algunos de ellos son responsables de brindar el apoyo necesario para apuntalar la guerra de Putin contra Ucrania», por lo que estas nuevas acciones los aísla del sistema financiero estadounidense y congela cualquier activo que tengan. «Mientras Rusia continúe con su brutal asalto a Ucrania, estaremos unidos con nuestros aliados y socios para imponer costos adicionales por sus acciones», amenazaba la Casa Blanca.
Las sanciones incluyen también el bloqueo total a la institución financiera más grande de Rusia, Sberbank, así como al banco privado más grande del país, Alfa Bank. «Esta acción congelará cualquiera de los activos de Sberbank y Alfa Bank que estén en contacto financiero con EE UU y prohibirá a los estadounidenses hacer negocios con ellos», añadía la Administración Biden. Sberbank posee casi un tercio de los activos del sector bancario ruso y cumple un rol crítico desde el punto de vista sistémico en la economía rusa, mientras que Alfa Bank es la entidad privada más grande de Rusia y la cuarta institución financiera del país.
Estas medidas «están diseñadas para reforzarse entre sí» y «generar un impacto cada vez mayor con el tiempo», que dan continuidad a las acciones anunciadas a principios de esta semana para cortar los fondos congelados de Rusia en EE UU para pagar la deuda.
El Gobierno de Biden también resaltó que, según la predicción de los expertos, «el PIB de Rusia se contraerá hasta un 15% este año, acabando con los últimos quince años de ganancias económicas».
Washington y sus 30 aliados también han hecho cálculos, antes de imponer las nuevas sanciones, de las pérdidas que supondrá para Rusia su decisión de invadir Ucrania, empezando por la inflación, que ya «supera el 15% y se pronostica que se acelerará más». Con estas nuevas sanciones económicas, sumadas a las ya establecidas sin precedentes en meses anteriores, la economía rusa está aún más cerca de perder su posición internacional. Desde que dio comienzo el conflicto bélico, «más de 600 empresas del sector privado han abandonado el mercado ruso» y «las cadenas de suministro del país se han visto gravemente interrumpidas», interrumpidas», confirmaba la Casa Blanca.
Además, «es muy probable que Rusia pierda su estatus como economía importante y continuará un largo descenso hacia el aislamiento económico, financiero y tecnológico», auguran el Gobierno estadounidense y sus socios.
Estados Unidos junto a sus aliados imponían nuevas represalias como parte de un amplio paquete que «impondrá costos significativos a Rusia y la empujará aún más por el camino del aislamiento económico, financiero y tecnológico», asegura el Gobierno Biden.