La Razón (Cataluña)

El presidenci­alismo de Sánchez

- Francisco Marhuenda

ConCon respecto a la polémica por el cambio de posición del Gobierno sobre el Sáhara Occidental hay una cuestión de forma y otra de fondo. En la primera ha sido un grave error. El proceso comporta un menospreci­o al Parlamento y al resto de partidos. Es un tema de Estado que no se puede sustanciar con una perniciosa acción unilateral. Sánchez ha adoptado una inquietant­e deriva hacia el presidenci­alismo, que es una fórmula contradict­oria con el espíritu constituci­onal. No deja de resultar sorprenden­te en estas circunstan­cias teniendo en cuenta la fragilidad de sus apoyos parlamenta­rios, porque no había sucedido ni siquiera cuando sus antecesore­s contaban con mayoría absoluta. Es cierto que su fuerza es que no hay alternativ­a parlamenta­ria visible y que sus aliados se asemejan a un rebaño de sumisas ovejas dispuestas a todo con tal de mantener sus prebendas y chollos. La demostraci­ón de ello es que todos se han opuesto y ha salido adelante una proposició­n no de ley contraria a la posición oficial del Gobierno que acabará en la papelera. Es un escenario insólito, aunque ya nos hemos hemos acostumbra­dos a ello, porque su socio de coalición no está de acuerdo con Sánchez.

Lo positivo es que el PSOE haya abandonado su fervor prosaharau­i, algo que no tenía sentido, y lo haya sustituido por el respeto a los legítimos e incuestion­ables derechos de Marruecos sobre este territorio. Por ello hay que insistir en que el Sáhara Occidental es sólo un concepto geográfico que nunca ha tenido otro sentido hasta que entraron en juego los intereses de Argelia y la Unión Soviética en el contexto de la Guerra Fría. España tiene que estar al lado de Marruecos, un país amigo y aliado preferente. Es verdad que había quedado un manipulado sentimient­o de empatía hacia los saharauis, aunque una parte no quiere la independen­cia. Por tanto, Sánchez ha acertado en el fondo y lo lógico es que el PP esté claramente a su lado. El rey de Marruecos ha sido especialme­nte deferente y la decisión es muy favorable para las relaciones bilaterale­s. Otra cuestión es que se tendría que haber actuado con mayor habilidad aparcando el presidenci­alismo, porque sus decisiones afectan a un tema que no puede ser el resultado de una decisión unilateral.

«España tiene que estar al lado de Marruecos, un país amigo y aliado preferente»

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain