«En el tenis y en la vida aprendes a medida que te vas dando leches»
Pone fin en el Godó a una carrera en la que ganó 12 títulos individuales y llegó a ser el número cinco del mundo
ATommyATommy Robredo (Hostalrich, 39 años) su padre lo llamó así por la ópera prima del grupo «The Who». Pero a su hijo no le dio una guitarra, le dio una raqueta y con ella ha hecho una carrera fantástica en la que ha ganado 12 títulos individuales y llegó a ser el número cinco del mundo. En el Godó le pondrá punto y final.
¿Cómo era su primera raqueta?
Era una Donnay de esas así tamaño grande. Mi padre me la dio, pero yo no podía con ella. Era de madera. Pero es que tenía menos de un año, me la regalaron y estaba en pañales y ya le pegaba a la pelota, después no me acuerdo cuál tenía porque con esa Donnay era imposible que jugara. Desde que nací tuve la raqueta en la mano. Mi padre se sacó el título de entrenador y me entrenó de pequeño.
¿Es difícil pasar a profesional?
Bueno, difícil no. Estábamos en la Española y viajábamos a Futures, a internacionales, y ya estás en el mundo este. Vas subiendo, consigues algunos puntos, disputas Challenger, y no te das cuenta y estás metido en la rueda. De un día a otro no empiezas a jugar torneos, desde los 14 íbamos haciéndolo.
Alguna vez ha comentado que cambiaría cosas de su carrera.
El tenista o el deportista, con 16 o 18 años empieza a ser profesional y con esa edad no tienes ni idea de nada. Te vas encontrando con las cosas y vas haciendo: unas bien, otras así... Y a medida que te vas pegando leches vas aprendiendo. Pero es la vida misma. Cada derrota la cambiaría, intentaría hacerlo diferente, pero a toro pasado es fácil. A lo mejor esas derrotas me han hecho ser mejor jugador, o más luchador... Todo son experiencias. Algunas cosas las haría diferentes, pero igual no me salían tan bien o igual mejor, no lo sé.
Habría que ser Benjamin Button.
Si comparas los deportistas con un empresario de renombre que haya triunfado, porque al final nosotros en lo nuestro hemos sido los mejores del mundo, pues un empresario cuando está arriba del todo igual tiene 40 años, hasta esa edad está aprendiendo del anterior jefe, de su padre, de quien sea, y llega un momento en el que ya toma él las riendas. Nosotros hemos tenido que tomar nuestra empresa con 18 años, no es lo mismo que una persona experimentada, y con 40 años nos retiramos.
Su primer partido ATP fue en el Godó. Allí tenía que terminar.
Sí, con 16 años. En la previa jugué con Álex López Morón y no me acuerdo quién era el otro, después Sanguinetti, Safin, que estaba 25 del mundo, y perdí con Todd Martin. Pero la verdad, para tener 16 era un espectáculo eso. Y acabar allí... Tenemos la suerte te tener un torneo en casa. No me veía haciéndolo en otro sitio. Intentaré darlo todo. No voy con la intención de primera ronda y adiós.
Ha dicho que es como un guerrero de la edad antigua. ¿Le gusta el tenis de ahora?
Sí, pero me gustaba más el de hace diez años o así. Era más táctico, pero todo va cambiando, la vida cambia y ahora los deportistas son más físicos y va todo hacia allí. Hoy en día todo es mucho más rápido, lo consumimos al momento, entonces, los chavales jóvenes el tenis también lo consumen al momento. A mí personalmente me gustaban más los partidos técnicos, tácticos, de ver hacia dónde jugaban, cómo preparaban una jugada, otra. Pero son gustos.
Ha vivido la época de Sampras, del «Big 3»...
He tenido suerte de coincidir con una época espectacular y eso es de agradecer porque también ha elevado el nivel, ha hecho que tuviéramos más repercusión, más torneos... Y hemos estado en el que parece el momento más grande de la historia del tenis, porque se han juntado tres monstruos que entre ellos tienen 61 Grand Slams. Sampras tenía 14 y ya lo era, pero estos le han pasado los tres y a la vez.
Usted ganó una vez a Federer y dos a Djokovic...
A Federer una, pero perdí once contra él seguidas. Al final tuve un grandísimo partido [en el US Open 2013] y él seguro que no. Porque para ganar a uno de estos tienen que alinearse las dos cosas. Si ellos juegan bien no ganas, tienen mucho más nivel que todos.
He tenido la suerte de coincidir con la mejor época de la historia del tenis: Sampras, el ‘Big 3’...