El Kremlin exhibe a dos soldados británicos capturados
► Aiden Aslin y Shaun Pinner piden ser canjeados por un polémico político prorruso cercano al Kremlin
En medio del intenso combate en Mariupol, la ciudad portuaria de Ucrania, la historia de dos soldados británicos ocupa todos los titulares tras haberse convertido en la mejor moneda de cambio de Vladimir Putin para presionar a Occidente. Aiden Aslin, de 28 años, y Shaun Pinner, de 48 años, aparecieron ayer cautivos en unos vídeos transmitidos por el canal de televisión estatal Rossiya 24, pidiendo al primer ministro, Boris Johnson, ser canjeados por el político prorruso cercano al Kremlin Viktor Medvedchuk. Este último está actualmente preso por las autoridades de Kiev y había pedido previamente ser canjeado por civiles y soldados ucranianos que resisten en la asediada ciudad. La nacionalidad británica de los rehenes tiene gran significado porque, desde que comenzara la invasión, Reino Unido se ha convertido en uno de los países que más armamento está suministrando a Zelenski.
Aslin, alistado desde 2018 en el Ejército de Ucrania, a donde llegó siguiendo los pasos de su novia, aparece en el vídeo con el rostro lleno de golpes y moratones y contesta confuso a las preguntas que le plantean. Pese a que inicialmente asegura que ni siquiera participó en la lucha en Mariupol, luego acusa al Ejército ucraniano de «criminales» por su «falta de consideración hacia la población civil».
Según el portal independiente ruso MediZona, la confesión está claramente manipulada por el Kremlin para utilizarla en la televisión estatal, convertida desde hace años en una importante herramienta de propaganda. La mayoría de rusos sigue pensando que Ucrania es el país agresor y Putin ha mandado a sus tropas para «salvar a la población de los nazis».
La madre de Aslin asegura que tuvo dudas al reconocerle, pero finalmente supo que era él al ver el tatuaje de «Happy Days» (Días Felices) que lucía en el antebrazo y que mostró a duras penas ante las cámaras junto a las esposas. «Parece que le han golpeado duramente, y ha llegado el momento de que el Gobierno británico se implique para lograr su liberación. Aiden tiene la doble nacionalidad y en estos momentos servía en el Ejército ucraniano como un soldado más. No es un mercenario, sino un voluntario, y ahora un prisionero de guerra que debe ser tratado con humanidad», indica.
Por su parte, la familia de Pinner –casado con una ucraniana– también pidió ayer al Kremlin que respete sus derechos como prisionero de guerra reconocidos en la Convención de Ginebra. En un comunicado, señalan que confían en una «pronta resolución» del asunto y la liberación. Antes de mudarse a Ucrania hace cuatro años para colaborar con el Ejército, del que pasó a formar parte de la unidad de Infantería de Marina, Pinner, natural de Bedfordshire, perteneció al Regimiento Royal Anglian del Ejército británico. Su contrato de tres años acababa a finales de año y, según su familia, planeaba pasar a desempeñar un papel humanitario. «Shaun es un esposo, hijo, padre, hermano y amigo divertido, muy querido y bien intencionado», afirma la nota. Una fuente del Ministerio de Exteriores señaló que «están al corriente de la detención de dos ciudadanos británicos» y aseguró que está en contacto con sus familias, al tiempo que reiteró la recomendación gubernamental de no viajar a Ucrania. Por su parte, un informe de la inteligencia británica –que se ha mostrado muy certera– reveló ayer que la feroz resistencia de Mariupol ha ralentizado el avance ruso en el resto de frentes.