La Razón (Cataluña)

Rodrygo es el miedo escénico

► El delantero brasileño ha sido fundamenta­l en las eliminator­ias contra el PSG y el Chelsea y también en la remontada contra el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Es un ejemplo de futbolista José Aguado.

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ContraCont­ra el PSG, en el Santiago Bernabéu, fue Rodrygo quien robó la pelota cuando el equipo francés sacó tras el segundo gol de Benzema. Se la dio a Vinicius en profundida­d y ahí murieron Mbappé y sus compañeros sin explicarse qué había pasado. Contra el Chelsea, también en el Bernabéu, fue Rodrygo quien vio el hueco y se desmarcó, porque tiene una fe ilimitada en su «padre» Modric y sabía que le iba a poner la pelota en el lugar exacto. Y contra el Sevilla, el domingo, la entrada del brasileño en la segunda mitad fue fundamenta­l para cambiar el rumbo del encuentro y llevar al Madrid a la victoria y acercarle mucho al campeonato liguero. Rodrygo marcó el primer tanto, dio el tercero y, con su profundida­d, obligó a que el equipo de Lopetegui se echase hacia atrás.

El extremo brasileño es el decimoquin­to en minutos disputados esta temporada (1.839), menos que Asensio o que Nacho, aunque más que Camavinga, que es el decimosext­o y el que marca la frontera entre los futbolista­s que juegan y los que no cuentan para Ancelotti. Pero es que Rodrygo es el sexto futbolista en partidos en el Real Madrid. Suma 40, por detrás de Courtois, Militao, Vinicius, Alaba y Casemiro, pero por delante de Benzema. Es decir, que Ancelotti ve en él un futbolista de fiar, alguien que le da otra cosa al equipo cuando lo necesita para cambiar una marcha. «Estoy feliz por haber podido entrar en la segunda parte, meter gol y dar la asistencia para ayudar a mi equipo», decía tras la victoria del Madrid.

Durante toda la temporada, Rodrygo se ha ido turnando con Asensio para ocupar una banda derecha sin dueño, el único hueco en el once blanco. Ha sido 18 veces titular, es decir, ni el 50% de los partidos que ha jugado, porque hubo un momento durante el curso en el que Asensio le ganó la partida. Ha ido por rachas, pero en febrero Rodrygo casi desapareci­ó del equipo: enlazó cuatro partidos seguidos sin sumar más de veinte minutos en cada uno, mientras que los goles providenci­ales de Asensio le llevaban a las portadas y parecían darle la titularida­d definitiva. Fue la racha de encuentros en la que menos protagonis­mo tuvo.

A sus 21 años, Rodrygo, hijo de futbolista y muy bien aconsejado, no se deja llevar por la ansiedad o la preocupaci­ón. Frente a las dificultad­es, él aporta trabajo. Se siente un privilegia­do por formar parte del Real Madrid y más está temporada en la que las emociones hacen que se viva cada partido como si fuera el último. Rodrygo alucinó tanto con lo que pasó contra el PSG, en la vuelta de los octavos, que apenas pudo pegar ojo esa noche. Celebró la victoria contra el Chelsea cenando con tranquilid­ad y lo del Sevilla casi lo vivió como un milagro rutinario, algo que ya se hace por costumbre, algo que han interioriz­ado los jugadores blancos, y lo mejor, los rivales: «Son cosas que solo el Real Madrid es capaz de hacer, estoy muy orgullo

Muy bien aconsejado en su casa, ha esperado su momento tras un invierno irregular

so por formar parte de este equipo y por remontar estos partidos», decía después del encuentro en el Sánchez Pizjuán.

Como Vinicius, Rodrygo es un brasileño que ha roto con la fama de los que llegaban a España sin poder olvidar su tierra y con muchas ganas de fiesta cuando los partidos terminaban. Rodrygo vive con su familia, con mucha tranquilid­ad y escuchando los consejos de su padre. «Tiene que estar muy orgulloso de su comportami­ento. Orgulloso de su personalid­ad y actitud. Le dije que diera a sus padres la enhorabuen­a por la educación que le dieron», dijo Tite, el selecciona­dor brasileño.

Es verdad que durante algunas fases de la temporada le ha faltado algo de consistenc­ia, hacerse imprescind­ible, como sí ha conseguido Vinicius. Son brasileños, son veloces, juegan por la banda, pero también son distintos. Si Vini tiene más regate, puede que Rodrygo tenga mejor toque de balón. Éste siempre ha tenido olfato de gol y Vinicius está demostrand­o que lo suyo era cuestión de tiempo. Rodrygo ha marcado cuatro goles esta temporada, tres de ellos en la Champions, una competició­n en la que se siente, como el Real Madrid, más seguro.

Fue el partido contra el Barcelona el que volvió a poner en una situación muy delicada a Rodrygo. Empezó como titular, en la banda, con Modric como delantero, después Rodrygo fue delantero centro y en el minuto 64 le sustituyó Asensio. Pero es que ese partido confirmó a Ancelotti que tenía que formar un once más físico que técnico para los días importante­s. De ahí que Valverde fuera titular contra el Chelsea y ante la baja de Casemiro en Sevilla, cuando incluso con Valverde faltaba otro puesto por llenar, Ancelotti, de primeras, eligió a Camavinga.

En esa duda vive el entrenador italiano estos momentos decisivos de la temporada. Quiere piernas para el centro del campo para no verse superado por equipos que normalment­e juegan a mucha más intensidad, pero también sabe que si Vinicius está muy tapado, necesita que en la otra banda alguien preocupe a los rivales, o sea, Rodrygo.

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FOTOS: EFE Rodrygo celebra sus goles al Chelsea y al Sevilla

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