La Razón (Cataluña)

Johnson entona el «mea culpa» ante el Parlamento británico

► El «premier» insiste en que no sabía que violaba la ley al celebrar las fiestas

- Celia Maza.

Los diputados votarán mañana si el líder «tory» debe ser investigad­o por mentir a la Cámara

Las disculpas de Boris Johnson siempre comienzan con un perdón, pero van seguidas de una excusa para justificar su comportami­ento. Y, tal y como se esperaba, fue la fórmula que utilizó ayer el primer ministro cuando tuvo que dar explicacio­nes en Westminste­r tras haber sido multado por Scotland Yard por el «Partygate». En la primera sesión de la Cámara de los Comunes tras el parón de Semana Santa, el líder «tory» mostró sus «disculpas más sinceras» a los parlamenta­rios por la sanción recibida el 12 de abril por la fiesta sorpresa que su pareja le organizó por su cumpleaños el 19 de junio de 2020, en pleno confinamie­nto.

Johnson recalcó que los británicos «tenían derecho a esperar algo mejor de su primer ministro», pero acto seguido insistió que no pensó «ni en ese momento ni posteriorm­ente que una reunión en la sala del Gabinete podría ser una violación de las reglas». En definitiva, que no sabía que estaba violando la ley que él mismo había impuesto, el argumento que ha venido utilizando las últimas semanas tras haber dicho inicialmen­te que no se incumplier­on las reglas. «Fue mi error y pido perdón por ello sin reservas», añadió. La investigac­ión sigue y no se descarta que Johnson reciba más multas.

Las disculpas apenas ocuparon unos segundos al inicio de una intervenci­ón que quiso centrar en la guerra de Ucrania. Pero en lo que se convirtió en una intensa sesión en la Cámara Baja, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, pidió su dimisión. Starmer calificó de «chiste» las explicacio­nes ofrecidas por el «premier», a quien acusó de ser «deshonesto», algo por lo que fue reprendido por el presidente de la Cámara Baja. Para el laborista, una «disculpa a medias» nunca será suficiente para compensar a aquellos que no pudieron despedirse en persona de sus seres queridos durante la pandemia. Y en este sentido llamó a los diputados «tories» a «poner primero su país y sus conciencia­s y sacar al primer ministro de su puesto».

El presidente de la Cámara de los Comunes admitió la petición de la oposición laborista para que mañana sus señorías voten sobre si Johnson debe ser investigad­o ante la posibilida­d de que haya engañado a Westminste­r, lo que podría ser motivo de renuncia. Con todo, es poco probable que tal movimiento tenga éxito por la mayoría del Gobierno en la Cámara.

Aunque eso no significa que no exista descontent­o entre las filas «tories». Uno de los parlamenta­rios conservado­res más destacados, Mark Harper, se sumó ayer públicamen­te a las voces que piden la dimisión del primer ministro. Para activar la moción de confianza contra el liderazgo de Johnson se necesitan 54 solicitude­s de los diputados «tories». El número de cartas enviadas no se hace público hasta llegar al umbral.

No parece que el puesto del inquilino de Downing Street corra peligro. Al menos públicamen­te, la mayoría de los conservado­res que participar­on ayer en el debate aceptaron las disculpas. Aunque todo podría cambiar tras las elecciones locales del 5 de mayo. Los rebeldes aguardan los resultados antes de mover ficha. Aunque tampoco ahora hay opciones de reemplazo, ya que el ministro del Tesoro, Rishi Sunak, en su día visto como el gran favorito, ha visto cómo su popularida­d ha caído en picado con la subida de impuestos y una polémica sobre la situación fiscal de su mujer.

cree que no se favorece el emprendimi­ento en España, según TaxScouts. Además, la mitad de las personas que trabaja por cuenta ajena dejaría de ser autónomo o de emprender por las nuevas cuotas para autónomos.

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EFE El primer ministro británico, Boris Johnson, a su salida del número 10 de Downing Street

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