La semana negra del Barça
► Del desastre de las entradas, que Laporta explica por la mala praxis de algunos socios y la reventa, al adiós a Europa y a la Liga
La Semana Santa del Barcelona se convirtió en su semana negra. De una posible clasificación para las semifinales de la Europa League y apretar al Real Madrid en la pelea por la Liga se pasó a perder de manera rotunda contra el Eintracht y a decir adiós definitivamente a luchar por el campeonato doméstico tras ceder ante el Cádiz, también en casa. Dos derrotas que duelen y que recuerdan al curso pasado, cuando el Barça se cayó de forma estrepitosa en el tramo final cuando incluso llegó a depender de sí mismo para ganar la Liga.
Pero todo empezó el jueves contra el Eintracht con el despropósito de las entradas, con la presencia de unos 30.000 alemanes repartidos por todo el Camp Nou, al que Joan Laporta, el presidente, intentó dar explicación. «El club no es culpable, pero somos los máximos responsables», dijo; que como frase está bien, pero en el fondo es una manera de no asumir la culpa. El presidente sacó los números. Al Camp Nou acudieron 79.468 espectadores que, según el club, se distribuyeron de la siguiente manera: 37.746 fueron supuestamente a abonados; 34.435 las vendió el Barça, entre ellas las 5.000 que se tienen que dar al equipo rival por normativa UEFA; 1.290 pases VIP, de las cuales 500 fueron vendidos a alemanes; 2.425 invitaciones y 3.572 acreditados para la operativa prevista para el partido.
El quid de la cuestión está en las entradas vendidas: 1.500 fueron en taquilla, donde sólo se entregan con pasaporte o identificación; 23.427, online; y 3.670 a través de touroperadores. La versión de la entidad azulgrana es que rechazaron 27.201 intentos de compra por IP o tarjeta alemana y que se colaron 238 por un error informático. «El sistema estaba funcionando hasta que se desbordó», afirmó Laporta, que explica la compra masiva de alemanes así: «A través de agentes no oficiales, había anuncios en webs y en diferentes canales, los grupos organizados de reventa que estaban preparados», por un lado. «También hemos detectado un touroperador que hizo mala praxis, PU Corporate Hospitality, y se rescindirá el contrato», para continuar. Por último, indica que el club tiene conocimiento del «mal uso» por parte de mínimo 7.800 abonados, que compraron la entrada con un 50 por ciento de descuento y, según una estimación del club, otros 7.000 dejaron acceder a los aficionados alemanes al fortín azulgrana. Sumado todo ello el resultado fue un Camp Nou tan blanco como azulgrana. La recaudación ascendió a 3.600.000 euros.
La solución que aporta el presidente para que no se vuelva a repetir algo así es que a partir de ahora las entradas serán nominativas en los partidos de alto riesgo e internacionales que se disputen en el Camp Nou.
El problema a corto plazo que le queda al Barcelona es deportivo: asegurar el objetivo mínimo que se daba por hecho al principio de la temporada, pelear por entrar en los puestos de Champions League. Hay cinco equipos candidatos a esas tres plazas y todo está muy apretado, con algunos enfrentamientos directos como el Real Sociedad-Barcelona de mañana o el Betis-Barcelona de la jornada 35ª.
Las entradas para los partidos internacionales y de alto riesgo serán nominativas