Ayudas por las pérdidas sufridas en Sant Jordi
► Generalitat y Ayuntamiento contribuirán económicamente tras la granizada
El pasado Sant Jordi vino a demostrar que el dragón fue la granizada que se sufrió con especial fuerza en Barcelona. Los daños causados por el temporal y que provocaron la destrucción de numerosos ejemplares en los puestos de librerías y editorales, especialmente los ubicados en el Paseo de Gràcia, todavía colean. La Cambra del Llibre se reunió ayer con Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona para poder encontrar soluciones y ayudar a los varios afectados en ese día.
La Generalitat abrirá una línea de ayudas destinadas a las editoriales y librerías más afectadas por el temporal de granizo, agua y viento, como aseguró ayer la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, tras un encuentro con el presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, y la presidenta del Gremio de Libreros, Maria Carme Ferrer.
Pese al anuncio, Garriga no pudo concretar la dotación económica que se destinará en ayudas al no conocerse todavía a cuánto ascienden las pérdidas sufridas. La editorial Raig Verd, por ejemplo, a través de sus redes sociales, cifró en unos 14.000 euros los daños sufridos en el puesto que tuvieron instalado en el Paseo de Gràcia y que quedó arrasado. Adeen
Adeen Barcelona entre ocho y diez casetas resultaron totalmente destruidas por el temporal, así como una en Badalona y otra en Sabadell.
A pesar de que el balance final del Sant Jordi de 2022 es «agridulce», tanto Garriga, Tixis y Ferrer, que participaron en una reunión con más representantes del sector del libro catalán, coincidieron en que fue un «muy buen Sant Jordi» y que las cifras de facturación, si no hubiera sido por las consecuencias del desastroso temporal, hubieran sido mejores que las de 2019, momento en el que se vendieron 1,6 millones de libros y se facturaron unos 22 millones de euros.
La consellera tampoco rehuyó que podrían haber otras aportaciones económicas, en función de lo que surja de las reuniones que mantendrán en los próximos días con los ayuntamientos de Barcelona, Badalona y Sabadell, aunque podrían haber más, a medida que se vayan conociendo todas las incidencias del pasado sábado, cuando solo en la capital catalana había 300 tenderetes. La voluntad del departamento es ·ayudar en todo lo que sea posible, para que, evidentemente, ninguna editorial y librería tenga que cerrar por un Sant Jordi malo».
Patrici Tixis apuntó que ya se inició la evaluación de los daños para conocer exactamente el número de tenderetes que no pudieron trabajar durante parte del día y saber el «número de libros completamente destruidos y que ya nada se puede hacer con ellos y saber los que pueden tener un segundo uso».
Por otra parte, Natàlia Garriga indicó que lo básico es fomentar la lectura para que el sector «no se juegue un porcentaje tan alto de su facturación anual en Sant Jordi y que la gente vaya a las librerías y lea durante todo el año». Tampoco cree que deba trasladarse de día esta fiesta, como diferentes personas han propuesto en las últimas horas a través de las redes sociales. A su juicio, «Sant Jordi es Sant Jormás, di, un día único, nuestra fiesta más excepcional», y recordó que volverá a celebrarse el «Llibre Estiu», que se implantó en 2020 a raíz de la pandemia de coronavirus, en el mes de julio.
Por otra parte, el Ayuntamiento de Barcelona, a través de su teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí, anunció que el consistorio contribuirá a paliar las pérdidas extraordinarias que sufrieron liberarías y editoriales. Asimismo Martí también indicó que el Ayuntamiento de Barcelona vería con buenos ojos repetir la experiencia del «Llibre Estiu» para celebrar una feria del libro en verano que sirva para «quitar el mal sabor de boca» que han dejado las inclemencias climáticas. Tras reunirse con representantes del sector, Martí señaló que acordaron que el criterio para evaluar la afectación extraordinaria de las tormentas se base en la cantidad de libros irrecuperables y los dañados pero que pueden tener una segunda vida.
Martí defendió que en Barcelona era «imposible» preparar una alternativa a cubierto como se hizo en Girona. Consideró que, a pesar de todo, el nuevo modelo de Sant Jordi, con la Supermanzana Literaria, ha contribuido a reducir las pérdidas y la afectación que el mismo temporal hubiera causado si todas las paradas se hubieran concentrado en las Ramblas.
Todavía no se conocen a cuánto pueden ascender las pérdidas económicas tras el temporal
El Ayuntamiento no vería mal que pudiera celebrarse una feria del libro este verano