Hasta la climatología se alía para el regreso del príncipe

Parece que hasta el cielo aguarda para ver a Morante esta temporada. El diestro sevillano decidió ausentarse de sus compromisos del pasado fin de semana en Villaluenga del Rosario y Brihuega para llegar a punto a la Feria de Abril, en la que reaparece hoy en la primera de las tres tardes para las que ha sido contratado. Pero la lluvia acababa suspendiendo aquellos dos festejos, como si el cielo se resintiera de la baja de Morante.

Hoy, después de infiltrarse para poder comparecer en la tarde del Domingo de Resurrección en Sevilla, volverá a La Maestranza para la corrida Jandilla junto a Urdiales y Manzanares. Así lo confirmaba en la gala de La Oreja de Oro que le ha concedido RNE esta semana. Sin embargo, hay dudas de que el de La Puebla esté al cien por cien de la aparatosa lesión clavicular que sufría el Sábado Santo en La Línea de la Concepción. Pero resulta casi inimaginable que un torero de más de 20 años de alternativa y que aún sigue liderando el escalafón no presente la más mínima merma física en la plaza.

Precisamente el mundo del toro y premios como el de RNE le reconocen hoy su capacidad de sacrificio y el tesón con el que tiró del carro en 2021, la segunda temporada aún en pandemia. Por si fuera poco además, escuchando las demandas del aficionado de un tiempo esta parte Morante se ha abierto a todo tipo de encastes protagonizando tardes de gran expectación torista, como su encerrona con los de Prieto de la Cal o su actuación con la corrida de Miura en la pasada Feria de San Miguel.

Después de la tarde de hoy aún le quedarán otras dos en esta feria para agrandar su leyenda en el coso hispalense. Su segunda tarde será con los de Cuvillo junto a Ortega y Roca Rey y la última en la de Torrestrella con El Juli y Perera, justo antes de San Isidro.