Jaenada protagoniza «La piel en llamas»
► Es una adaptación de la obra homónima de Guillem Clua y el director es David Martín-Porras
Los actores Óscar Jaenada y Fernando Tejero protagonizan «La piel en llamas», la adaptación cinematográfica de la obra homónima de Guillem Clua dirigida por David Martín-Porras que aborda los estragos y las heridas de la guerra y el racismo institucional: «La hipocresía europea estalla con esta película».
Así lo defendió ayer Jaenada en una entrevista con Europa Press junto a Tejero en Barcelona, donde acudieron ambos para la presentación de la película en el BCN Film Fest después de su paso por la Sección Oficial del Festival de Málaga.
Para Jaenada, el largometraje critica los prejuicios hacia las víctimas de un conflicto bélico y permite reflexionar sobre la guerra en Ucrania y la respuesta de la comunidad internacional: «A unos les ponen alfombras rojas y a otros les levantan muros», dijo.
«La piel en llamas» narra la historia de Frederik Sálomon (Óscar Jaenada), un fotógrafo de guerra que regresa veinte años más tarde al país donde tomó la imagen que le dio fama internacional, que muestra una niña volando por los aires por la explosión de una bomba; ahí se encontrará en un hotel con una periodista local, Hanna (Ella Kweku), que quiere matarle por un ajuste de cuentas.
Simultáneamente, en el mismo hotel se desarrolla la historia de otra pareja: la del doctor Arellano (Fernando Tejero), delegado de las Naciones Unidas, e Ida (Lidia Nené), una madre desesperada que ofrece favores sexuales a cambio del tratamiento que puede salvar la vida de su hija.
Detalló que este drama de suspense y misterio aborda el papel de Naciones Unidas y su relación con los países del tercer mundo, el ‘merchandising’ de las imágenes violentas y otras cuestiones «complicadas de asumir», y lo hace de la mano de personajes que arrastran distintos traumas.
Jaenada, ganador del Premio Goya al Actor Protagonista en 2005 por «Camarón», ha explicado que se ha basado en el drama personal del reportero gráfico Kevin Carter, ganador del Pulitzer en 1993 por la polémica fotografía de una niña famélica y un buitre, y que posteriormente se suicidó: «Decidiera lo que decidiera, siempre se iba a equivocar». Tejero reivindicó que es una película «necesaria, sobre todo en los tiempos que corren».