ENSAYO Recolectando flores junto al pesimista George Orwell
► En su nuevo y maravilloso libro, Rebbeca Solnit se inspira en la confesa pasión del autor de «1984» por la vida natural y la jardinería
«Fuera de mi trabajo, lo que más me importa es la jardinería», escribió en 1940 George Orwell, cuatro años después de haber plantado en su casa de Hertfordshire unos cuantos rosales. La anécdota, aunque parezca trivial, sirve sin embargo de anzuelo para que Rebbeca Solnit, en este iluminador ensayo, hunda sus raíces en la relación que el autor de «1984» estableció en general con la vida natural pero, muy especialmente, con el jardín de rosas que cultivaba. Todo empezó con el azar, con un encuentro inesperado con aquellas rosas plantadas por Orwell y que todavía, muchos años después, siguen florenciendo cada primavera.
A partir de entonces, Rebbeca Solnit, escritora estadounidense y autora de «Los hombres me explican cosas», entre otros, se interesó por esa virtud casi desconocida de Orwell, sorprendida por la imagen que ese hecho le ofrecía del escritor. escritor. Cultivar un jardin, señala la autora, es volvernos más asentados, nos hace apostar por un futuro en el que las rosas y los árboles florecerán durante años y que darán sus frutos en las próximas décadas. Esa idea, de algún modo, es la que atraviesa todo el libro de Rebecca Solnit, que muestra a Orwell no como un escritor desesperado ante el mundo, sino como un hombre que, a pesar de saber que el mundo se encaminaba hacia el horror, seguía creyendo más en la vida que en la esperanza. Cultivar no fue, para Orwell, un trabajo de siglos. Era, también, una manera de estar en el mundo.
Lo mejor
La certera reflexión que hace la autora sobre el hecho de cultivar un jardín
Lo peor
No hay absolutamente nada que se le pueda reprochar a un libro tan luminoso