Una hazaña casi imposible para huir del terror rojo
► Nacido a partir de un podcast, el libro de Helena Merriman trata sobre el túnel que Joachim Rudolph construyó entre ambas Alemanias en 1962
El plan era perfectamente imperfecto: un túnel que desafiaba el sentido común y la orografía. ¿El porqué? Ayudar a los alemanes orientales a escapar de la «franja de la muerte», custodiada con mano de hierro por la Stasi y la inclemencia de un suelo arenoso. Pese a todo, el verano de 1962, un grupo de activistas comandados por el estudiante de ingeniería Joachim Rudolph, huido de la RDA un año antes, logró lo imposible: cavar una reducida galería a 148 metros bajo tierra.
La idea era muy imaginativa, pues pasaba por cavar un túnel de oeste a este. Rudolph conocía el paisaje, entendía de construcción y su experiencia durante la guerra y el asesinato de su padre a manos de los soviéticos le dio un compromiso añadido. Uno de sus grandes ingenios pasó por instalar un sistema de comunicaciones seguro y lo suficientemente sofisticado como para evadir a la policía secreta de Alemania Oriental, experta en estos trucos de ingeniería.
Después de que se levantara el Muro de Berlín en 1961, los ciudadanos atrapados en la Alemania Oriental intentaron muchas formas creativas de escapar al oeste con consecuencias mortales. La Stasi era una de las fuerzas policiales secretas más poderosas de la tierra y estaba preparada para aplastar cualquier esfuerzo de huida. Nadie estaba a salvo de sus «oídos», y todo ello es lo que nos relata en este libro la presentadora y productora de la BBC Helena Merriman, cuyas páginas nacieron a la sombra de un podcast.
Lenguaje de urgencia
Se evoca así el levantamiento de los trabajadores de Alemania Oriental de 1953 y la construcción del Muro, sancionada por los soviéticos y caracterizada por el régimen comunista de Walter Ulbricht como una «barrera de protección antifascista». Con lenguaje de urgencia, urgencia, la autora entreteje estos mimbres de forma hábil y ofreciendo suficiente contexto para explicar las acciones de sus personajes sin distraer la atención de sus aventuras. Olores, sonidos y sabores dan textura a esta magnífica historia.
Lo mejor
Conocer una proeza que ni los agentes infiltrados ni la Stasi pudieron impedir
Lo peor
No saber más, conocer muy poco sobre la llegada de todos ellos al Este