«A las actrices colombianas nos suelen encasillar en papeles de mujeres ‘‘de mala vida’’»
La protagonista de «Pasión de gavilanes 2» participará mañana en la gala de los Premios Platino
VestidaVestida con un conjunto sencillo en el que el estampado de cebra de sus pantalones resalta por encima de la oscuridad de su camisa de satén y con un aspecto radiante similar al que adquieres cuando duermes más de las 8 horas reglamentarias nos recibe Camila Rojas de buena mañana en un patio atravesado por el sol de un hotel de Huertas. Mañana participará en la gala de los Premios Platino, pero antes hablamos con la actriz y bailarina colombiana sobre su reciente colaboración con el mundo Disney o los condicionantes de ser una mujer colombiana colombiana dentro de la industria del entretenimiento.
Fue a Londres para estudiar inglés, pero lo de ser actriz no entraba en sus planes.
No, nunca. Mi inglés era muy malo y por eso decido irme a Londres para aprender el idioma y después regresar a Colombia e irme a Bogotá a estudiar Comunicación Social. Al final terminé quedándome en Londres para intentar progresar y me rechazaron porque un año cursando inglés allí no era suficiente para meterte en una carrera como Comunicación en donde el nivel de redacción y manejo del idioma es muy importante. Así que hice un curso de interpretación para probar otras cosas en el que tenía que bailar, cantar y actuar, y enseguida lo tuve claro. Dije: esto es lo mío.
¿Le generaba contradicciones participar en una serie que estereotipa y sexualiza tanto a sus personajes como «Pasión de gavilanes 2»?
Yo creo que su idea de resaltar la belleza exterior no ha cambiado mucho con respecto a la serie original, que es igual. Por lo general, un producto como ese intenta resaltar la belleza, ya sea del hombre o de la mujer, pero por ejemplo creo que en esta temporada le aportamos más finura al vestuario y más complejidad a las relaciones que se muestran. Siempre ha buscado resaltar la figura, las curvas, pero nunca cae en lo vulgar. Me parece interesante que se quiera resaltar la belleza de las personas siempre y cuando no se pase a un plano vulgar y hoy en día, por desgracia, la vulgaridad está por todos lados. Las series en general, y de todas formas, pienso que buscan acercarse cada vez más a la realidad y alejarse un poco de la ficción. Incluso en la forma de actuar... Antes por ejemplo pedían mucha dicción dicción y ahora incluso buscan personas que nunca hayan tenido una clase de dicción o de interpretación porque buscan la naturalidad en el guión, la realización, entre los propios actores, en todo.
Ahora que menciona la ficción, ¿cómo ha sido la experiencia de meterse en el universo de Julio Verne de la mano de Disney?
Pues mira, hay historias que uno conoce pero que no se había parado con anterioridad en ellas y esta ha sido una de esas joyas sin duda. Nunca me imaginé honestamente interpretar el personaje de una guerrera así y cuando grabábamos y tenía que correr encima de las rocas protegiendo a mi pueblo y levantando un arma me sentía tan afortunada por todo lo que es capaz de regalarte esta carrera...
¿Le molesta que puedan encasillarla para interpretar siempre el papel típico de mujer colombiana?
Como colombiana, es muy fácil caer en estereotipos porque las mujeres de mi país tenemos una fama como de ser muy sexuales, voluptuosas e incluso superficiales. De modo que algo que ocurre con frecuencia y que me puede pasar a mí si no cuido mi carrera es que te encasillen en roles de prostitutas o de mujeres que llevan una ‘‘mala vida’.’ Afortunadamente, estoy cuidando muchísimo eso y procuro hacer cosas muy distintas que no tengan demasiado que ver con lo perfecto. La belleza es por añadidura y para mí no existen personas feas. Todo el mundo tiene algo que le falta al de al lado, que le hace único».